Alberto Fernández asumió hoy como el nuevo presidente del país y brindó su primer discurso en funciones, con un fuerte hincapié en la situación económica que atraviesa Argentina, así como en el anuncio de una serie de medidas económicas y sociales para hacerle frente a la situación y dar comienzo a una "nueva etapa". 

El presidente Alberto Fernández aseveró hoy que "es tiempo de comenzar por los últimos, para después poder llegar a todos: este es el espíritu que hoy inauguramos. Los convoco sin distinciones a poner a la Argentina de pie, que comienza a caminar, con desarrollo y justicia social", dijo en su primer mensaje ante la Asamblea Legislativa, emitida por cadena nacional.

En ese sentido, convocó hoy a generar "una nueva mirada de humanidad en esta Argentina unida", donde llamó a "recuperar los equilibrios sociales y ser conscientes de las profundas heridas que necesitan curarse".

Por ello, llamó a la "unidad de toda la Argentina, en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social que sea fraterno y solidario", y agregó: "En esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después llegar a todos".

El nuevo presidente anunció que la primera reunión del nuevo equipo será para avanzar en el Plan de Argentina contra el Hambre, donde se de prioridad a la "solidaridad y la emergencia" porque "sin pan la vida sólo se padece, y no hay democracia ni libertad".

En ese sentido, sostuvo hoy que "el cooperativismo y la agricultura familiar serán actores centrales de estas nuevas políticas", porque "la cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales, con todos los beneficios de la seguridad social".

En cuanto al proyecto de Presupuesto 2020, afirmó que debe ser "propio" y "no dictado desde afuera", por lo que anunció que no le darán tratamiento parlamentario al Presupuesto "porque sus números no reflejan los compromisos que se han asumido"

Por ese motivo recién podrá ser posible tenerlo "luego de la renegociación de la deuda y de poner en práctica medidas económicas sociales y de la economía real". 

En cuanto a la deuda externa, situación emblemática en boca de todo el país, el presidente sostuvo el mismo criterio que había enunciado durante la campaña: "No hay pago de deuda que se pueda sostener si el país no crece". En ese sentido, Fernádez sostuvo la necesidad de dar consistencia económica y social a la economía y reiteró el compromiso del país sobre "la voluntad de pagar la deuda".

"Para poner a la Argentina de pie el proyecto debe ser nuestro, y no de remanidas recetas que ya han fracasado", dijo Fernández.

El presidente dijo que su gobierno "asumirá la renegociación" de esa obligación con los acreedores, porque el objetivo es "resolver el problema". Remarcó también que fue "imprudente e irresponsable" tomar esa "enorme deuda", incluyendo a quienes aportaron esos fondos "de gran riesgo por invertir en un modelo que fracasó históricamente".

Asimismo, el presidente  sostvo en campaña la necesidad de construir un país federal, al que hizo referencia también durante su discurso en la asamblea legislativa. Anunció que se crearán "capitales alternativas en las provincias para que esos lugares puedan hacerse carne en las decisiones de la política", a fin de "garantizar el verdadero federalismo y una estructura de calidad y sustentable"

Otra de las medidas anunciadas por Fernández fue el plan de reactivación de obras públicas e infraestructura, donde buscaría "garantizar la absoluta transparencia en la administración de los recursos destinados" a ese plan.

 "Nuestro compromiso es garantizar la absoluta transparencia en la obra pública", sostuvo Fernández.

También abogó por la unidad latinoamericana y advirtió sobre el crecimiento de "movimientos autoritarios y golpes de Estado", por lo que aseguró que en cualquier escenario el país "levantará alto sus principios, basados en la paz y la defensa de los derechos humanos". 

En cuanto a la polémica situación con su par de Brasil, Jair Bolsonaro -quien finalmente envió al acto de asunción a su vicepresidente- Fernández remarcó la necesidad de un trabajo conjunto y colaborativo de ambos países, más allá de los gobiernos coyunturales.

Aseguró que "con la República Federativa de Brasil tenemos que construir una agenda ambiciosa, innovadora y creativa que esté respaldada por la hermandad histórica de nuestro pueblo, más allá de cualquier diferencia personal".

También apostó a "robustecer el Mercosur" y la integración "plural y global" con el mundo, siempre con las "raíces en nuestros intereses nacionales".

Desde el comienzo de su discurso, Fernández reiteró que el país atraviesa una situación económica crítica, con economías familiares asfixiadas por altas tasas de endeudamiento, con pymes cerradas, pérdida de empleo y gran capacidad ociosa de las fábricas. "Se han aplicado malas políticas económicas y el pueblo argentino las descalificó", dijo Fernández.

"El gobierno anterior dejó al país en una situación de virtual default", aseguró Fernández.

Aseveró hoy que "la macroeconomía ordenada es la condición necesaria para la creatividad de las políticas en pos del desarrollo", e indicó que, "en esa acción, vamos a proteger a los sectores más vulnerables", ya que "el gobierno que acaba de terminar su mandato dejó al país en una situación de virtual default".

Es que Fernández viene abogando por un "pacto social" y anunció que convocará a distintos sectores para poner en marcha "acuerdos básicos". Sostuvo que su gobierno va a "impulsar un conjunto de medidas económicas y sociales de distinta naturaleza que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo". 

Agregó, en ese sentido, que convocará a distintos sectores para la "puesta en marcha de un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia". Durante su primer discurso como presidente, reiteró en numerosas oportunidades esta serie de acuerdos, entre otras medidas vinculadas a la economía, la producción, la integración regional e internacional y el desarrollo social.