Las claves detrás del aumento del dólar blue a su máximo en este año

Se pueden ver varias razones detrás de la cotización del dólar libre en nuestro país, por es un repaso

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El dólar paralelo subió en el cierre de la semana a su cifra más alta en lo que val del año para quedarse en $197, aunque queda lejos de las cifras por encima de los 200 que tuvo el año pasado a fines de diciembre hay una una sólida tendencia alcista.

Mientras personas y empresas parecen no querer cesar con la demanda de divisas como forma de cobertura ante el avance de los precios y las expectativas de devaluación en alza.

Hay cinco variables financieras a monitorear para prever qué pasará con el dólar en las próximas ruedas, según compartió infobae.

Inyección de pesos “electorales”

La necesidad de recuperar votos llevaría a una inclinación del Gobierno por inyectar pesos a través de subsidios y bonos para los salarios públicos y haberes previsionales. Pero dicho exceso de pesos se traducirá en presión alcista para las cotizaciones libres del dólar, más aún luego de un pésimo dato de inflación de septiembre, en el que el indicador volvió a marcar 3,5% y dio por terminada la desaceleración de los meses previos.

“Los intentos para brindar una imagen expansiva al electorado podrían terminar en mayores niveles de inflación y devaluación, con el consiguiente nerviosismo, en un contexto desafiante que requiere ajustes finos que no parecen ser comprendidos por la mayoría de la dirigencia política”, advirtió un informe de VatNet Research.

La circulación de dinero creció un 136% en casi dos años de súper “cepo”, desde los $923.000 millones el 25 de octubre del 2019 a los $2,18 billones el pasado 30 de septiembre. Con el mismo ritmo de aumento, el dólar libre debería costar ahora unos $178, por lo tanto, a $195, está un poco sobre ese precio teórico si se toma en cuenta esta esta correlación.

Estrés de reservas

Una realidad que preocupa es que las semanas a transitar hasta las legislativas coinciden con el período más vulnerable para las reservas del Banco Central, hasta la liquidación de la cosecha fina, prevista para diciembre.

La entidad monetaria optó por regular la demanda divisas para importaciones imprescindibles para el funcionamiento de la industria, cuando merman las exportaciones del agro. El problema es que restringir los dólares para importar pone freno al despegue de la actividad en medio de la campaña. Y genera más demanda por divisas en otros mercados, como el de los dólares financieros.

Con datos hasta el 21 de octubre, el BCRA acumula USD 498 millones de dólares de compras en el mes. Hay que recordar que en el mes de septiembre se registraron ventas netas por USD 952 millones, en el primer registro negativo para la intervención oficial en el mercado desde octubre del año pasado.

Estimaciones privadas proyectan reservas brutas entre los USD 38.000 millones y los USD 39.000 millones para fin de año, un piso que ya tocaron en diciembre del 2020 y que sería el stock más bajo desde diciembre de 2016, cinco años atrás.

Al contabilizar el oro, las reservas netas del BCRA alcanzan unos USD 4.750 millones, mientras que el stock estrictamente líquido y disponible para intervenir directamente en el mercado de contado sería inferior a los USD 2.000 millones y, por lo tanto, escaso para seguir hasta fin de año con el presente ritmo de ventas netas en la plaza mayorista.

Se tensa la brecha cambiaria

Los analistas coinciden en que el duro cepo para mantener una suba gradual del tipo de cambio quedará fijo hasta la votación de noviembre. Pero simultáneamente habrá mayor volatilidad para las cotizaciones libres y, por lo tanto, una mayor brecha.

“Según nuestras estimaciones, en septiembre el BCRA habría utilizado USD 457 millones para contener los dólares financieros y, en consecuencia, la brecha cambiaria. Al promediar USD 22 millones diarios, se erige como la mayor intervención desde que el BCRA emplea esta estrategia, superando los USD 18 millones de enero y los USD 16 millones de julio”, apuntaron analistas de Portfolio Personal.

“El apetito dolarizador producto de expectativas volátiles sigue impulsando los tipos de cambio alternativos y la brecha cambiaria, con drenaje de las reservas”, afirmó la consultora Delphos Investment.

Lenta devaluación

Gracias al estricto control de capitales -que cumplió dos años de vigencia el 1 de septiembre- el Banco Central puede regular una devaluación gradual del peso y escindirla de la creciente inflación, gracias a una demanda privada reprimida por el efecto del “cepo”.

En cifras, “anclar” el dólar llevó al tipo de cambio real a su nivel más bajo en más de tres años, desde agosto de 2018, es decir a valores comparables a los de la crisis cambiaria que se desató entonces, cuando hubo que recurrir a un préstamo stand by del FMI para estabilizar al economía.

Anclar el dólar oficial a la par de una expansión de pesos empujará al alza de los dólares paralelos y la brecha cambiaria, cerca del riesgoso umbral del 100 por ciento

El Índice de Tipo de Cambio real Multilateral (ITCRM) que mide el BCRA descendió a los 108 puntos en la última semana. En 2021 retrocede 16 puntos, después de haber finalizado el año pasado en 124,8 puntos.

Al observar lo ocurrido en 2021, la inflación acumuló un 35%, mientras que el tipo de cambio oficial ascendió un 17,6%, es decir la mitad que la tasa del IPC que mide el INDEC, de $84,15 al cierre de 2020 hasta los $98,89 de este martes.

FMI en veremos

Para serenar el ánimo de los agentes del mercado y disuadir a aquellos que tienen altas expectativas de devaluación, el Gobierno podría apelar a una señal de “ortodoxia” y apurar las instancias para acordar con el Fondo Monetario. Un pronto acuerdo despejaría las dudas en torno a los abultados vencimientos con el organismo en 2022.

“Revertir la actual tendencia declinante de las reservas requiere mayor anclaje de expectativas derivado de un acuerdo razonable con el FMI antes de fin de año que evite otro pago de capital de USD 1.880 millones, un nuevo ritmo de deslizamiento del tipo de cambio oficial que evite la apreciación y señales positivas para los complejos exportadores”, explicó Delphos Investment.

Pero la semana pasada el Ministro de Economía, Martín Guzmán, terminó una gira a Washington y Nueva York que no dio señales de avance alguno en dirección a un acuerdo. A pesar de la intención oficial de cerrar en el primer trimestre de 2022, la delegación argentina recibió varios señalamientos por la marcha de la inflación y la emisión monetaria. Y los inversores que se juntaron con el Ministro en Nueva York no se llevaron ninguna seguridad.

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