Las construcciones con mayor altura entran en zona de riesgo en el Concejo

Vecinos de Francia y Pellegrini y ediles opositores buscan frenar una torre de 36 metros en la zona. El Ejecutivo escucha críticas pero se resiste a modificar la normativa

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La polémica en torno a la posibilidad de construir un edificio de 12 pisos en Pellegrini y Francia, un área afectada por los fuertes olores que provienen de el cementerio El Salvador, abrió otros debates todavía más profundos. Por un lado, un informe de impacto ambiental presentado por los vecinos advierte sobre el alto grado de contaminación de toda la zona y plantea la incompatibilidad de su uso residencial. Por el otro, la oposición busca poner límites en el Concejo Municipal a las autorizaciones para construir en altura.

Los cruces por el futuro edificio de Pellegrini y Francia son de larga data. En el 2012, el Concejo Municipal votó una normativa que habilitaba la construcción de hasta 36 metros (12 pisos) en la zona, pero en 2018 los vecinos acudieron al cuerpo legislativo y lograron que se baje a 14 metros (cuatro pisos). El argumento fue que una torre semejante bloquearía la ventilación del área, afectada por los nauseabundos olores que provienen del cementerio.

Este tope fue aprobado sin consultar a las áreas técnicas municipales correspondientes, lo que tiempo después y con Pablo Javkin en la Intendencia, llevó a la restitución de la altura original votada en 2012. Los vecinos pusieron el grito en el cielo y desde el año pasado vienen reclamando que se vuelva a limitar la construcción, cuestionando el no haber sido consultados al respecto.

Desde la oposición plantearon que la iniciativa es un “traje a medida” para los propietarios del terreno, el estudio Linari-Micheletti, que se hizo del predio a un valor inferior del actual, ya que por entonces se permitía construir menos de la mitad de los metros que luego se habilitarían. Lo cierto es que los vecinos acudieron a la comisión de Planeamiento donde presentaron un estudio de impacto ambiental costeado por ellos, tras mantener reuniones con expertos de la UTN y del Colegio de Ingenieros Civiles.

Desde la oposición plantearon que la iniciativa es un “traje a medida” para los propietarios del terreno"

“El informe resulta alarmante por los grados de contaminación y posible afectación a la salud que plantea ya no sólo para los futuros habitantes de ese edificio, y para los actuales residentes que se verían perjudicados por la mayor altura, sino para quienes ya viven allí sin el edificio”, señaló Fernanda Gigliani, concejala de Iniciativa Popular y presidenta de la comisión, en diálogo con Ecos365.

Advirtió que el escenario trazado “es tan grave” que el Ejecutivo debería analizar si no resulta incompatible el uso residencial del sector que bordea al cementerio. “O sea que ya no discutiríamos la altura sino un uso residencial o no del entorno de El Salvador y la posibilidad de que los vecinos no puedan vivir más ahí”, advirtió. “Algo evidentemente se está haciendo mal, porque si se hicieran bien los procedimientos, un cementerio no podría contaminar como se plantea en el informe, por eso consideramos que es algo urgente que debe ser analizado por el Ejecutivo”, añadió.

Ya no discutiríamos la altura sino un uso residencial o no del entorno de El Salvador y la posibilidad de que los vecinos no puedan vivir más ahí”, dijo Gigliani

Tras la presentación, el concejal oficialista Fabrizio Fiatti admitió que “hay situaciones demasiado graves”, por lo que propuso una reunión entre el Ejecutivo y los habitantes de la zona, aunque aclaró que no se modificará la ordenanza porque “ya fue debatida por el Concejo”. Además, aclaró que no se han registrado denuncias por malos olores en la zona.

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