Plan Caputo: en su tercer intento, logró colocar el Bopreal y absorbió un 10% de los pesos circulantes

En la tercera licitación del bono para saldar la deuda de los importadores se colocaron u$s1.179 millones

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Tras un arranque dificultoso, finalmente Luis Toto Caputo pudo dar marcha a su plan de colocación del Bopreal, el nuevo bono destinado a saldar las deudas de los importadores.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizó la tercera subasta de la Serie 1 de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal). La totalidad de las ofertas recibidas fueron adjudicadas, ascendiendo este importe a u$s1.179 millones, acumulando un total de u$s 1.304 millones en el agregado de las tres licitaciones realizadas hasta el momento.

El incremento en la demanda comienza a poner de manifiesto el valor del instrumento como un mecanismo ordenador para resolver la crisis de faltante de divisas internacionales y hacer frente a las deudas comerciales por la importación de bienes y servicios acumuladas al 12 de diciembre de 2023.

Durante el transcurso de este mes se realizarán nuevos llamados a licitación de la misma especie, los cuales serán anunciados oportunamente por los canales establecidos, hasta agotar el máximo nivel posible de emisión de la serie 1 por hasta u$s 5.000 millones.

Con esta colocación Caputo cumplió uno de los principales objetivos de este nuevo título: que sirviera como herramienta para aspirar pesos del mercado y así restarle presión a la inflación.

El monto absorbido es casi un billón de pesos, lo cual representa el 10% de la base monetaria y casi un 4% de los pasivos remunerados del Banco Central. El efecto colateral positivo es que cuando los importadores compran el bono desarman sus plazos fijos, y por consiguiente los bancos retiran dinero hoy colocado en pases de 24 horas.

La noticia coincidió con el último vencimiento de Leliqs, lo cual está en línea con el plan de Caputo para limpiar el balance del Central, al acumular los pasivos en los pases, un depósito que remunera una tasa de interés negativa en términos reales.

La ayuda de la brecha

Las mismas razones que antes habían llevado al fracaso del Bopreal fueron las que ahora hicieron que el bono resultara atractivo. Es decir, la brecha entre el dólar "contado con liqui" y el tipo de cambio oficial.

La clave es que, a la hora de elegir si comprar o no el bono, el suscriptor hace la comparación con el costo de comprar dólares en el mercado paralelo. Cuanto mayor sea la brecha, más barato aparece el Bopreal para los inversores. Y, hasta ahora, el nuevo título resultaba demasiado caro.

Por eso los primeros dos intentos por colocar este bono, ideado para solucionar el problema de la deuda de los importadores, no resultaron lo esperado. Los empresarios, a pesar de arrastrar un problema de más de u$s60.000 millones y de tener, en muchos casos, líneas crediticias cortadas por parte de sus proveedores, no encontraron atractivo en la solución  propuesta por el gobierno, y eso quedó en evidencia por el hecho de que apenas se suscribieron u$s125 millones sobre los u$s1.500 millones que había disponibles.

La modestia de esas cifras marcó un fuerte contraste con las expectativas previas que se había fijado el gobierno, lo cual llevó a que en el mercado surgieran dudas sobre qué tan controlada estaba la situación financiera por parte del equipo que lidera Caputo.

Pero esa situación cambió, justamente, por la suba del "contado con liqui", que en los últimos días se acercó a los $1.200 y luego bajó levemente. Y eso mejoró el incentivo del bono: antes, cuando la brecha estaba en un 28%, se tenía que pensar en una valuación el 78% en el mercado secundario para que fuera más conveniente comprar el bono que financiarse en el "contado con liqui".

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