Se trata de uno de los sectores más golpeados por la pandemia del Covid-19 y, sin embargo, la industria textil ve una luz al final del túnel. Hoy, la mayoría de las fábricas enfrentan el mismo problema: aumento y faltante de materias primas para confeccionar la ropa y un stock de prendas muy reducido, derivado de las complicaciones para producir. Además, la pandemia afectó la parte logística y hay demoras para concretar las entregas de pedidos a los locales de indumentaria.

Sin embargo, productores y comerciantes consideran que la situación puede empezar a cambiar de cara al segundo semestre del 2021. Entre los factores que mencionan como positivos se encuentran la campaña de vacunación que inició el gobierno y que aparece como la posibilidad de ir hacia un escenario de normalización en los próximos meses. También destaca el hecho de que algunas textiles ya se están anticipando a lo que será la producción de ropa para la temporada de primavera.

"Cuando se desató la pandemia a todos nos agarró de sorpresa", así lo consideró Nelson Graells, titular de la cadena deportiva Sport78. En todas las tiendas que posee la marca, parte de la mercadería que se comercializa es de fabricación nacional y otra parte importada. En ambos casos, los negocios vienen sufriendo desde hace meses la falta de stock en algunos productos.

"En lo que refiere a aquella mercadería de fabricación nacional, cuando hicimos los pedidos para enero y febrero, todas las textiles estaban con problemas de entrega. Lo mismo sucedió con los encargos para marzo y a abril, ninguna nos aseguraba llegar a tiempo. En cambio, en los pedidos para la primavera las empresas nos están dando una seguridad porque empezaron a tomar prevenciones desde ahora para llegar con la producción a tiempo, lo que hace pensar en que de a poco el escenario va ir mejorando", señaló Graells.

Trabas a las importaciones

Según informó la Cámara Industrial de la Indumentaria (Ciai), las importaciones de indumentaria cayeron un 28% en noviembre y se prevén nuevas bajas. “Se sigue pensando que en los próximos meses continúe la tendencia a la baja en las importaciones en términos interanuales, como consecuencia del impacto de la pandemia Covid-19 en el comercio, el aumento de controles cambiarios que inciden en la operatoria de importación y la crisis de consumo en el mercado local”, agregó Ciai.

Así fue en el caso de Sport78, que también enfrenta es la dificultad para importar mercadería. "En el caso de los productos que me ingresan ya terminados de afuera, también hay faltante de stock por las trabas para importar. Entonces, por un lado ingresan menos importados, pero por el otro también se les complica a las textiles producir dado que se dificulta el ingreso de materias primas", señaló Graells.

De esta forma también lo expuso el informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), donde se destaca que el rubro textil tuvo una caída anual de 2,9%.

"Frente a la ausencia de productos importados, la demanda de nacionales tuvo un salto, aunque podría haber sido mejor si no hubieran escaseado insumos básicos para esa actividad", indican desde Came.

Eduardo Levy es el director de Vandalia, una empresa que no solo se encarga de confeccionar ropa deportiva, sino que además provee de materias primas a otras pymes del sector: "muchas empresas del rubro textil se alimentan de las telas que hacemos nosotros y eso nos permitió mantenernos ya que tenemos muchas aristas de trabajo. Igualmente, la producción es mala, hoy un conteiner de hilado vale seis veces más que lo que valía en marzo del año pasado. También hay empresas con menos operarios, algunos con licencia, eso también afecta la capacidad de producción".

Por su parte, David Bargut, al frente de la marca Sólido Inc, consideró que desde hace tiempo las empresas empiezan a contar con un stock de mercaderías cada vez más reducido, lo cual también repercute en la posibilidad de hacer rebajas y desprenderse fácilmente de la ropa.

"Antes las marcas tenían depósitos enteros llenos de ropa y eso eso ya no existe. Hay menos mercadería y como está complicado fabricar uno cuida un poco más la que tiene. Está costando que ingresen telas de buena calidad, incluso el mismo algodón también está difícil porque había empresas grandes fabricantes de este insumo en Buenos Aires que ahora está cerradas o trabajando a mitad de máquina. Se acortaron los plazos de pago y lo que recibías en 40 días ahora tarda entre 60 y 90 días", afirmó Bargut.

Una de cal y otra de arena para los negocios

No es sorpresa que los locales de indumentaria experimentaron una importante baja en las ventas durante el año pasado. Esto no solo se debió al tiempo que tuvieron que permanecer cerrados, sino también a una fuerte caída en la capacidad adquisitiva de muchos ciudadanos, que eligieron restringir los gastos. Sin embargo, Bargut señaló que algunos locales mayoristas, sobre todo aquellos ubicados en el corredor comercial calle San Luis, tuvieron su "veranito" durante la pandemia.

"En un momento nos permitieron abrir a nosotros acá en Rosario mientras que en Buenos Aires seguía todo cerrado. Eso hizo que aquellos comerciantes que iban a comprar a Flores tuvieran que cambiar su recorrido y empezaran a comprar la ropa en locales mayoristas de la ciudad, para luego llevarla a sus localidades. Duró un tiempo hasta que allá les permitieron volver a abrir", señaló Bargut.

En cuanto a las ventas de los comercios minoristas, el informe de Came arrojó que estas bajaron 8% en diciembre frente a igual mes de 2019 y finalizaron el año con un retroceso anual de 21,4%. "En Indumentaria, donde las ventas se achicaron 11,9% anual en el mes, los más afectados fueron los locales de galerías y los orientados a ropa de fiesta. Entre los demás, algunos destacaron por la falta de stock, las ventas fuera de horario o informal", señalaron desde la entidad.

Según indicó Mario Giambatisttelli, gerente de la Cámara Industrial de la Indumentaria (Cidir), otro gran problema que afecta a la industria textil desde antes de la pandemia es el contrabando de ropa que ingresa de países vecinos como Paraguay o Uruguay.

"Mientras hay dificultad para importar y escasez de dólares, también tenemos el problema de que ingresa mercadería en negro por vía naviera. Hoy te diría que un 25% de la mercadería que entra al país es a partir del contrabando y va a parar sobre todo a locales mayoristas en Buenos Aires, que venden la ropa a precios irrisoriamente bajos con los cuales las industrias textiles nacionales nunca pueden competir" destacó Giambatisttelli

El gerente de Cidir afirmó que este problema comenzó durante la gestión del gobierno anterior, donde se llegó a ingresar un 50% de la indumentaria en blanco y un 50% sin declarar. Según afirmó, fue a partir de las gestiones de las distintas cámaras de indumentaria del país, que se logró bajar este número, aunque desde Cidir volvieron a reunirse con el Gobierno nacional para pedir que se refuercen los controles en las fronteras.

Pese a todos estos factores, Giambatistteli se mostró esperanzado de que este año el rubro pueda recuperar la productividad perdida y mejorar la preformance de ventas, en caso de que la situación sanitaria acompañe. En este sentido, destacó que hay capacidad para producir y que, de a poco, el rumbo parece normalizarse de la mano de la campaña de vacunación que inició el gobierno.

"El año pasado fue complejo, pero los negocios lograron recuperarse un poco con las ventas de diciembre. Sobre todo el rubro mayorista y algunas textiles de calle San Luis están funcionando bastante bien y vienen teniendo un buen desempeño. Yo creo que es cuestión de dejar pasar unos meses para que todo vuelva a acomodarse", afirmó el representante de Cidir.