Un hombre que se dedica a hacer traslados de grupos en su combi sufrió una terrible golpiza de parte de sus propios pasajeros cuando regresaba desde un boliche de Capitán Bermúdez a Puerto General San Martín el fin de semana pasado. El chofer dijo que los muchachos del grupo, que estaban ebrios, lo golpearon sin piedad y sin razón, cuando manejaba. Tiene un ojo totalmente cerrado por la hinchazón y varias fracturas faciales.

En contacto con el programa Cada Día (El Tres), Roberto reconstruyó la terrible paliza que sufrió el domingo por la madrugada cuando estaba por llevar a un grupo de 17 jóvenes de regreso a Puerto San Martín desde la disco Evita de Capitán Bermúdez. La mayoría tenía entre 15 y 17 años; sólo dos de ellos eran mayores de edad. 

El grupo –contó– volvió a la combi pasadas las 5 de la mañana y parecían alcoholizados. “Se subían, se bajaban, no terminaban de acomodarse”, relató Roberto que contó, además, que algunos miembros del grupo discutían con otros muchachos.

Luego, comenzaron a golpearle la combi y Roberto les dijo que si no paraban los iba a llevar a la comisaría. Y eso estaba por hacer cuando de atrás sintió la primera piña. “La primera trompada vino de atrás y después una sucesión de trompadas. Me comenzaron a pegar mientras manejaba, no choqué de milagro. Me dieron a mansalva”, recordó.

Los golpes le produjeron a Roberto –precisó– la rotura del tabique y otras dos fracturas faciales. Su ojo derecho quedó totalmente negro y cerrado por la hinchazón.

En tanto Gabriela, mamá de uno de los chicos del grupo, dijo a Rosario3 que Roberto fue violento con los chicos y que dejó abandonados en el camino a algunos de ellos. La mayoría regresó en otra combi enviada por el boliche y otros con sus padres que los fueron a buscar.