El coronavirus avanza y en Argentina, donde ya hubo un muerto por la enfermedad, esta situación coincide con el reinicio de las clases en las escuelas. En Rosario, se da un caso particular: los chicos de quinto año de la escuela Dante Alighieri están de viaje en Italia y, en coincidencia con las recomendaciones médicas, la institución dispuso que por 14 días desde su regreso los alumnos de ese grupo no asistan a clases. Mientras tanto, la Sociedad Argentina de Pediatría dio a conocer una serie de recomendaciones para proteger a los pibes y pibas.

“(Esta situación) nos da una oportunidad para hacer docencia, sobre todo en los más chiquitos, no para crear alarma y preocupación, sino por el contrario para que estén tranquilos, preparados e informados, y nos da un tiempo muy valioso para implementar acciones con el fin de evitar que el virus llegue a tener circulación local, intensificando las tareas iniciadas en esta fase de contención que estamos viviendo actualmente", afirmó por su parte la doctora Elizabeth Bogdanowicz, médica infectóloga pediatra, también perteneciente al Comité de Infectología de la SAP, citada por Infobae.

Una de ellas es, justamente, la que se aplicará en la Dante: los niños que hayan estado en países donde el virus circula (China, Italia, Corea del Sur, Japón e Irán) deberían abstenerse de asistir a clases por 14 días.

“Ante todo, cualquier niño con algún síntoma de enfermedad respiratoria (fiebre, tos o resfrío intenso) no debería concurrir a la escuela porque puede ser una fuente potencial de contagio de cualquier virus, no solo del coronavirus. Si el niño viajó recientemente a un país con transmisión local de casos se recomienda que espere 14 días desde su regreso a la Argentina para insertarse en el ámbito escolar y social, recomendación que es extensible a todo el personal del establecimiento”, manifestó la doctora Gabriela Ensinck, médica infectóloga, Secretaria del Comité de Infectología de la SAP.

Los síntomas

 

Además, los docentes deberían comunicar a los padres que pasen a buscar a cualquier niño que se presente a clase con síntomas respiratorios. La idea es que lo lleven a la consulta médica al centro asistencial más cercano. 

La expresión clínica de la enfermedad suele incluir un espectro amplio de signos y síntomas. Hay formas leves que se presentan con fiebre, tos, malestar general y secreción nasal (moqueo); y otras formas graves con compromiso pulmonar como neumonía, caracterizadas por dificultad para respirar y aumento de la frecuencia respiratoria.

Lavarse las manos

 

Lavarse las manos con agua y jabón o alcohol en gel es una medida de prevención simple y fundamental. También cubrirse la nariz y boca con el pliegue del codo al toser o estornudar y no tocarse la boca, ojos y nariz sin previo lavado de manos; evitar contacto cercano con personas con síntomas gripales y, en línea con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), no compartir vasos, platos u otros artículos de uso personal y limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan con frecuencia.

Tos y estornudo

 

El período estimado de incubación de la enfermedad por coronavirus es de entre 1 y 12 días. El contagio se produce por contacto o bien a través de las gotas que la gente expulsa al hablar, toser o estornudar; el virus puede vivir unas horas sobre una superficie, lo cual refuerza la recomendación del lavado de manos. Con respecto a los barbijos, los expertos coinciden en que su indicación es exclusiva para las personas enfermas.

Actualmente, el 80% de los casos son leves o moderados. Pero podría esperarse una mayor circulación del coronavirus (COVID-19) en nuestro territorio para la época invernal: este tipo de virus replica mejor con frío y humedad. Por otra parte, las situaciones de hacinamiento facilitan la transmisión.

Hábitos saludables

“Hay que tratar de promover hábitos saludables pero sin generar miedos, ansiedades y angustias. Hay que recordar que tanto los padres como los docentes son la base de confianza de los chicos y que hay que explicarles que esta es una situación real pero que, con medidas de prevención, de cuidados especiales, se puede afrontar sin generar estrés en la infancia. Los adultos somos los responsables del cuidado de los niños y las niñas, acompañándolos, mostrándoles información acorde a la etapa evolutiva del desarrollo y la capacidad de comprensión de acuerdo a la edad en que se encuentre cada uno de los chicos, cuidándolos y sobre todo conteniendo la ansiedad que esto puede generar. Somos los adultos los que vamos a mostrar un modelo saludable para afrontar una situación que en general está estresando a toda la población”, sostuvo la doctora Ángela Nakab, médica especialista en Pediatría y Adolescencia, miembro de la SAP.

“Hasta ahora todo indica que los niños son un grupo menos afectado (aproximadamente 3% de los casos) y que los cuadros más severos se concentran en los mayores de 60 años y en aquellos individuos con enfermedades respiratorias preexistentes, pero es recomendable esperar para tener un panorama más completo de la situación respecto del comportamiento del virus”, agregó la doctora Ensinck.

Vacunas al día

 

Como es posible que este virus circule conjuntamente con el de la gripe y con las infecciones por la bacteria neumococo, para disminuir la posibilidad de que los síntomas se presten a confusión se recomienda que los niños tengan al día la vacuna antigripal, en los casos que corresponda, y la antineumocócica. De esta última, se prevén 2 dosis a los 2 y 4 meses, y una dosis de refuerzo entre los 12 y 15 meses. En todos estos casos mencionados las vacunas son gratuitas y obligatorias, dado que están incluidas en el calendario nacional de inmunizaciones.