Con el Telescopio Espacial James Webb, los científicos de la NASA buscan trazar un mapa de cómo surgió nuestro universo y la clave podría estar en la galaxia vecina, conocida como NGC 246. 

NGC 346 es un cúmulo de estrellas que está anidado dentro de una nebulosa, conocida como "la pequeña nube de Magallanes". La galaxia, que parece carecer de metales más pesados que el hidrógeno y el helio, tiene alrededor de 33.000 estrellas jóvenes.

Los niveles de metales en la galaxia sugieren que así era el universo en su historia temprana, cuando estaba dando a luz estrellas a izquierda, derecha y centro. Usando la cámara infrarroja del JWST, los astrónomos encontraron "cintas de gas y polvo" dentro de la galaxia.

Los investigadores creen que esta es una prueba temprana de que, a pesar de que la galaxia tiene pocos metales, es polvorienta y, por lo tanto, tiene los componentes básicos para formar sistemas planetarios rocosos.

Algunas de las estrellas infantiles de gran masa, conocidas por los astrónomos como objetos estelares jóvenes (YSO), se formaron en el último millón de años.

Los astrónomos observarán estas estrellas jóvenes para descubrir cómo nacieron las estrellas más antiguas del universo. "Estábamos muy emocionados de ver el polvo alrededor de estas cosas", dijo Margaret Meixner, astrónoma de la Asociación de Investigación Espacial de las Universidades y una de las autoras del estudio. Acabamos de arañar la superficie de estos datos".

Sin embargo, los investigadores aún tienen un largo camino por recorrer. Se desconoce si sobrevive suficiente polvo al proceso de formación de estrellas para ayudar a formar sistemas planetarios rocosos en una galaxia "pobre en metales".