Un grupo de presos de la Unidad Penal 3 de San Nicolás que participan de talleres de la cooperativa El Refugio elaboran hostias que envían por encomienda al Papa Francisco en el Vaticano.

Desde la cárcel, los internos fabrican, en tres talleres distintos, bolsas biodegradables, pelotas de fútbol y unas 20 mil hostias por semana.

Esas ofrendas para la misa católica se reparten en iglesias de la ciudad del norte de Buenos Aires y otras son enviadas al Vaticano en encomiendas, para que Francisco las utilice en las misas que brinda en la capilla Santa Marta.

Por otro lado, en la panadería de la cooperativa hacen pan para los comedores y hogares. También se prepara el “pan social”, donde los chicos que trabajan ganan un porcentaje mínimo porque el producto se venda más barato al consumidor.

El Refugio está ubicado en la casa contigua a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de San Nicolás. Allí, un grupo de 15 personas, ahora nucleados en forma cooperativa, realizan un fuerte trabajo barrial de inserción social, bajo el liderazgo del cura Damián Vidano.

Así es como se fusionan, bajo la marca El Refugio,  las actividades de una cooperativa de panificación, otra de telar y grabados, y una tercera conformada por los presos, que elaboran además de las hostias, pelotas de futbol y otros objetos en distintos talleres. 

Esta iniciativa, informaron mediante un comunicado, comenzó sus actividades en 2008, como espacio de referencia para jóvenes de la zona sur de la ciudad. La casa fue acondicionada para el funcionamiento de variados emprendimientos, que tuvieran como propósito generar el valor del trabajo en los concurrentes, que por diferentes motivos no habían tenido la oportunidad de recibir contención, orientación y /o acompañamiento familiar.

Las tareas son llevadas a cabo por los internos de la Unidad Penal 3 de San Nicolás, con un fuerte acompañamiento del padre Vidano, en conjunto con las Unidades Productivas  (El Telar y  La Panadería) que funcionan en las instalaciones de El Refugio, posibilitando así la sinergia necesaria para lograr una mayor inclusión social.

La Federación de  Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA), que forma parte de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (CONARCOOP), los acompañó en la conformación técnico-legal, y en la capacitación para organizarse como dos cooperativas y una mutual.