El robo de cables telefónicos es común en distintos barrios de Rosario. Tan común como la demora de la empresa prestadora en reconectar el servicio. Usuarios de distintos puntos de la ciudad dan cuenta de reclamos que llevan entre seis y ocho meses sin lograr respuesta. Cansado de esta espera interminable, un cliente de Telecom recurrió a la Justicia para conseguir la reposición del servicio de telefonía e internet y relató a Rosario3 el paso a paso de una odisea administrativa que terminó en Tribunales.

Mariano vive en el barrio Las Flores Este (unas cuadras al sur de la estación de trenes) y pasó la mitad del año 2021 sin servicio de telefonía e internet como consecuencia del robo de cables en la zona. No era la primera vez que le pasaba: en 2018 vivió la misma experiencia y su madre, de 93 años, había quedado sin posibilidad de comunicarse telefónicamente, algo que para ella es imprescindible.

El vandalismo que sufrió el cableado afectó a unos cuatrocientos usuarios de la zona. Mariano intentó reunir a sus vecinos en un reclamo colectivo, pero no consiguió apoyo y tras innumerables e infructuosos reclamos a la empresa telefónica, terminó acudiendo en forma particular a la Justicia para recuperar el servicio.

“En 2021, hubo dos cortes del servicio por esta causa. El primero fue de marzo a junio y el segundo, desde septiembre hasta los primeros días de enero de 2022. Nos reconectaron el 6 de enero pasado”, cuenta Mariano.

Contestaciones, pero no respuestas

 

Durante todo el año reclamó en varias oportunidades a la empresa y recibió distintas contestaciones como que el motivo del corte era adjudicado a “razones de fuerza mayor” o que en su momento se le descontarían los días sin servicio, a través de notas de crédito, pero lo cierto es que el teléfono seguía sin tono y permanecían sin servicio de internet.

“Luego de cada reclamo –relata– la empresa programaba una fecha para venir a reconectar, pero no cumplían, entonces recurrí al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), donde lejos de agilizar el reclamo, me complicaron más la situación ya que el recurrente tiene que demostrar que no tiene el servicio, debe presentar facturas, y rendir cuentas como si el cliente fuese culpable de haberse quedado sin teléfono”.

Entonces, en octubre de 2021, Mariano acudió por cuenta propia a un abogado, especialista en derechos de usuarios y consumidores, quien intercedió ante la telefónica con presentaciones escritas. Hubo cuatro instancias de mediación en las que no se llegó a un acuerdo con la empresa y finalmente, se presentó el caso ante el Juzgado Civil y Comercial, 3a Nominación de Rosario, a cargo del juez Ezequiel Zabale.

En los primeros días de diciembre se realizó una audiencia en el juzgado y el 27 del mismo mes, el magistrado dictó una medida autosatisfactiva en favor del cliente querellante, a fin de que se reponga el servicio en el plazo de cinco días corridos. Finalmente, el 6 de enero, operarios de Telecom reconectaron el cableado dañado y repusieron el servicio.

El trámite judicial duró dos meses y medio, pero el usuario –que ahora iniciará una demanda por daños y perjuicios contra la empresa para intentar paliar los gastos que demandó el proceso judicial– tuvo que dedicar tiempo, esfuerzo y dinero propios para conseguir algo que podría haberse resuelto por vía administrativa, mucho tiempo antes.

La medida autosatisfactiva dictada por el juez podría sentar precedente para posibles futuros reclamos.