Se llamaba Hilda Isabel Gorrindo Sarli. Todos la conocían como la Coca. De una belleza exuberante, muy sensual, fue uno de los íconos del cine argentino que se destacó en películas de alto contenido erótico. Murió en la mañana de este martes a los 89 años. La semana pasada la habían internado en el Hospital Central de San Isidro: se había fracturado la cadera. Isabel tenía dos hijos adoptivos, Isabelita y Martín.

Nacida en Concordia, Entre Ríos, Isabel, que siempre se encargaba de aclarar que era “muy tímida”, se convirtió en un ícono erótico al protagonizar películas como Carne, Fuego y Fiebre, entre otras, dirigidas por su pareja, Armando Bó, el amor de su vida.

Sarli hizo su primer desnudo frente a cámara en El trueno entre las hojas. Es muy recordada la escena en que Isabel nada sin ropa en un lago (y algunos parroquianos la observan con la boca abierta).

De origen humilde, y para ayudar a su madre, había empezado a trabajar como secretaria. Pero luego se dedicó al modelaje. En 1955 saltó a los primeros planos: ganó el concurso de Miss Argentina, según publicó Clarín.com.

Con Armando Bó se convirtieron en una dupla muy importante en el mundo del cine: filmaron unas 30 películas (antes de conocer al cineasta había estado casada un año con Ralph Heinlein, un señor de familia alemana).

Isabel definió a Bó de esta manera: “Mi relación con Armando se caracteriza así: fue el padre que no tuve, el hermano que perdí porque murió siendo chico, el compañero, el amante… Todo”.

Aunque los censuraron varias veces y la crítica especializada los castigaba, no sólo triunfaron en la Argentina sino que llevaron sus películas a México, Paraguay, Panamá, Rusia, Japón y los Estados Unidos, entre otros países.

Sarli vivía en su casona de Martínez, acompañada de sus mascotas. En los últimos años había tenido otras internaciones. En 1992, la operaron de un tumor cerebral y se recuperó favorablemente. En 2011 tambien salió adelante luego de haber sido hospitalizada por un edema pulmonar.