La Academia de Hollywood celebró el último domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles (EE.UU.) la undécima edición de los Premios de los Gobernadores, una ceremonia más pequeña, íntima y reservada que los Oscar en la que la comunidad cinematográfica se vuelca para rendir homenaje a sus leyendas.

Los reconocimientos marcan, en cierto modo, el inicio de la temporada de premios cinematográficos.

La actriz Geena Davis y el director David Lynch fueron dos de los artistas galardonados con un Óscar honorífico cada uno.

El director de Blue Velvet (1986) y Mulholland Drive recibió el crédito junto a Lina Wertmüller –la primera directora en ser Nominada al Óscar– y al actor Wes Studi, que se convirtió en el primer nativo americano en la historia en llevarse una estatuilla de la Academia.

Por su parte, Davis se hizo con el premio Jean Hersholt, un premio también honorífico que reconoce los esfuerzos humanitarios de gran personalidades del cine, reseña la agencia EFE.

La coprotagonista de Thelma & Louise fue homenajeada por su trabajo en el Geena Davis Institute on Gender in Media para lograr la paridad en cine y televisión.

"El mensaje que estamos enviando es que los hombres son muchos más valiosos para nosotros (Hollywood) que las mujeres (...). Sin importar lo pésima que sea en la vida real, (la representación de mujeres) es aún peor en la ficción (audiovisual)", explicó Davis.

A su turno, Lina Wertmüller, la cineasta italiana de 91 años que fue la primera de las únicas cinco mujeres nominadas a la estatuilla a mejor dirección, también hizo hincapié en la necesidad de visibilizar el trabajo de las mujeres: "Quiero dar las gracias por este Óscar, pero también me gustaría que se cambiara el nombre a uno femenino".

De momento, solo Kathryn Bigelow ganó un Oscar en la categoría por su película The Hurt Locker (2008).

Sin candidatos, perdedores, nervios o desengaños, el evento se concentró en los reconocimientos.