La banda rockera La Renga cerró el sábado su serie de cuatro shows con estadio completo en la cancha de Racing de Avellaneda, y el broche de oro fue cuando compartió escenario nuevamente con la “aplanadora” Divididos.

Cuando iban a tocar el tema "La balada del diablo y la muerte" subió al escenario como invitado el frontman de Divididos, Ricardo Mollo. Y luego, se sumaron sus compañeros Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, quienes quedaron solos en el escenario para interpretar "Ala delta" y "Hey hey my my”. 

Este guiño fue en respuesta a cuando en mayo pasado Divididos realizó un show en Vélez y cedió, en un momento de los bises, el espacio a La Renga para que suenen sus canciones en el escenario. Esto fue una forma de sortear la recurrente negativa de la Ciudad de Buenos Aires bajo la excusa de irregularidades burocráticas. 

El trío de Mataderos conformado por Chizzo Nápoli, Tanque y Tete Iglesias inició la serie de recitales el pasado 6 de enero, repitió el martes 9 y el jueves 11, y el sábado ofreció su último concierto.

Fue en este último que Chizzo Nápoli contó antes de presentar a sus colegas y ante la ovación de los presentes: “Meses atrás ocurrió el acto de hermandad más rockero de los últimos tiempos”.

“Eso fue en la cancha de Vélez, cuando los Divididos nos ofrecieron su escenario para que toquemos unos temas en suelo capitalino. Por eso hoy, más que por eso, primeramente voy a presentar a tocar este tema a Ricardo Mollo", vociferó, en medio de las ovaciones.

"Vamos a hacer un temita, lo eligió Ricardo”, dijo, y luego recordó: “Cuando habíamos terminado de grabar el disco Despedazado por mil partes, del que Ricardo fue productor, él nos enseñó mucho, nosotros éramos unos purretes que no entendíamos nada”.