Este lunes a las 19 en la terraza de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) se presenta la tercera edición del libro Fito Páez (una biografía). La vida después de la vida, de Horacio Vargas, editado por Homo Sapiens.

Junto al autor estarán la vicegobernadora de Santa Fe, Alejandra Rodenas; el ministro de Cultura de la provincia, Jorge Llonch; y el periodista Pedro Squillaci.

El periodista, escritor y productor discográfico Horacio Vargas publicó hace 28 años la primera biografía de Fito Páez que abarca desde su vida en Rosario hasta el lanzamiento en 1994 del disco Circo Beat.

“La vida después de la vida se transformó en un artefacto preciado por lectores y lectoras sobre el gran músico de rock y en una fuente de consulta permanente para investigadores y periodistas del continente. Y casi treinta años después, en una tercera edición corregida y ampliada, el libro vuelve a rodar porque lo interesante sigue siendo cómo se narra esa vida”, se detalla en la reseña del ejemplar.

Fragmento del libro


Fito no habla por nadie y sigue descreyendo de todo pensamiento mesiánico de derecha o de izquierda, solo Diego Maradona habló por él cuando metió el gol con la mano a los ingleses en el Mundial del ‘86 en México. Hubiese hecho lo mismo porque cree en la viveza criolla, en su encanto, en lo maldito, que siempre se contrapondrá a las buenas costumbres.

Cuando el periodista Bernardo Neustadt lo acusó a Maradona “de mal ejemplo”, por sus adicciones personales, Páez escribió: “Mundo hipócrita. Cerdos moralistas de la nada. NAZIS con mayúsculas. ¿Dónde van a esconder sus obscenos cuerpos y fétidas conciencias a la hora del pasado? ¿Cómo se atreven a juzgar a uno de los más grandes hacedores de la tan postergada felicidad argentina? ¿Dónde estaba este pobre conductor televisivo durante el Mundial ‘78? Diego se encontraba convocado para representar a la Argentina, yo tenía 15 años recién cumplidos, y este triste caballero ennoblecía el terrorífico accionar castrense del ‘por algo será’. ¡Atento, hombre de la mancha al revés! Usted tampoco es un ejemplo. Nada más lejos de un ejemplo que usted.

Diego Armando Maradona fue, es y será un hito en la historia del fútbol mundial. Se ama desde el cariño, no desde el repudio. Le recuerdo también que no hace falta recibirse en Harvard para poder lucir. Es simplemente una cuestión divina. Existe la presencia de Dios en el primer gol convertido con la mano a los ingleses, en el 86, más que en cualquiera de las actitudes del embajador de Dios en la Tierra, por el que usted tanto brega. Existe encanto y milagrosa plasticidad en el segundo gol convertido después de dejar atrás a medio equipo inglés. El círculo perfecto. La mano de Dios y la obra de arte, la villa y el glam. En menos de una hora sintetizó lo que muchos hubieran deseado a través de los siglos. Ninguno de sus jóvenes, pujantes triunfadores argentinos, podría llegar a hacerlo jamás, y escuche qué bien suena: Miguel Ángel, Gaudí, Stravinski y Maradona. Y este sí es para la posteridad: al gran Diego argentino, ¡salud!”