Mas allá de la derrota por 2 a 1, el resultado no empaña el juego ni el desarrollo del partido porque enfrente estaba Boca, con lo que significa, por el peso de su historia y lo que representan sus jugadores. Central quiso mostrar su forma ofensiva y desarrollar un planteo que no cambia ni de local ni de visitante. Eso es lo que entusiasma a los hinchas en cada encuentro del conjunto de Arroyito.

Cristian González plantea los partidos estratégicamente, con ideas claras y un esquema que se despliega por los laterales, con Emiliano Vecchio como cerebro y con incorporaciones que van respondiendo, en especial Walter Montoya. Por su parte, Gaspar Servio se reivindicó del macanón con Arsenal y en esta oportunidad dejó en claro por qué lo eligieron para reemplazar a Fatu Broun.

El penal errado por Emiliano Vecchio opacó lo que podía haber sido al menos un empate, pero enfrente hubo un equipo que tiene la obligación de pelear el campeonato siempre. A su vez, Central tiene responsabilidad de llegar en los primeros puestos de la tabla y si sigue por este camino da la sensación que lo puede logar.

El equipo corrigió en estos encuentros errores del torneo pasado. Allí se notaba mucho la diferencia a la hora de atacar y defender y parece que al menos va encontrando el equilibrio que tanto se reclamaba.

Esto recién comienza, pero saber que hay ideas de juego, que hay jugadores y que también cuenta con recambio tiene que hacer ilusionar al hincha porque el equipo puede ser protagonista de verdad.