Si después del verano tu piel se tornó opaca y está deshidratada es hora de que le brindes un shock de energía.

Según el portal revistaohlala, actualmente celebrities como Madonna y Eva Longoria tienen en esta terapia una aliada en sus rutinas de belleza y recurren especialmente a ella como tratamiento de choque cuando quieren que su piel luzca impecable y luminosa. 

El oxígeno, que se usa hace tiempo en centros de estética antiage, hoy está posicionado como un recurso placentero, no invasivo y de resultados inmediatos en tratamientos de belleza y también médicos, porque sus propiedades son aprovechadas para tratar distintas dolencias y afecciones.

La baja concentración de oxígeno en la piel hace que ésta se vea pálida, fría y tenga mayor tendencia a las arrugas. El oxígeno es un antioxidante orgánico y epidérmico que retrasa el proceso del envejecimiento. Además, tiene propiedades curativas, es anti-estrés, un muy buen aliado para tener el cabello y las uñas fuertes y previene la osteoporosis, la jaqueca y la artritis.

¿Cómo funciona? La oxigenoterapia combina oxígeno y suero aplicado directamente en la piel, a través de una suerte de manguera que termina en una suerte de lápiz -llamado aerógrafo-, con el que el profesional recorre la zona a tratar rincón a rincón y puede generar una especie de cosquilleo.

Se trata de un tratamiento no invasivo, indicado para todo tipo de pieles, que recurre a las propiedades del oxígeno puro con fines estéticos y terapéuticos. Las células de la piel utilizan el oxígeno para fabricar colágeno, elastina y otras proteínas responsables de la vitalidad y turgencia de la piel. El oxígeno estimula la microcirculación de la sangre y la producción de fibroblastos, lo que redunda en una revitalización general de la dermis.