La otitis externa es la infección del conducto auditivo externo, generalmente provocada por la proliferación de bacterias y hongos en el canal auditivo que se favorece con la humedad y el calor. En este aspecto, la exposición prolongada al agua aumenta significativamente el riesgo de contraer esta afección, situación que sucede sobre todo en la época estival por acudir a piletas, el río o el mar.

En este aspecto, especialistas de la División de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas recomiendan evitar la limpieza profunda con hisopos, recurrir en algunos casos al alcohol boricado sin excederse, y realizar consultas previas antes de comenzar a asistir asiduamente a piletas, el mar o el río en caso de ser pacientes con otitis recurrentes.

No usar cotonetes: La función de la cera en el oído

Los especialistas sostienen que la cera cuenta con propiedades antimicrobianas, las cuales protegen tanto de infecciones como de daños que pueda ocasionar el agua. Por este motivo, usar hisopos o cotonetes no es recomendable ya que se irrita la piel del conducto auditivo externo y se elimina esta protección.

Además, suelen existir tapones de cera que con el hisopo son empujados hacia atrás y, en casos extremos, pueden colaborar con que se adhieran al tímpano y se lo pueda perforar. "Es importante evitar las limpiezas excesivas", subrayaron.

Y anexaron: "Al momento de salir de la ducha o la pileta, se recomienda un secado superficial envolviendo el dedo con la toalla y haciendo movimientos circulares en la entrada del conducto". En este aspecto, ante molestias o dolores, será importante recurrir al otorrinolaringólogo de confianza que puede realizar limpiezas más profundas e incluso quitar tapones de cera con los elementos adecuados.

Uso del alcohol boricado

Si no se trata de una persona con otitis recurrentes, no es necesario su uso. Caso contrario, al tener el conducto auditivo más estrecho, pueden colocarse 3 o 4 gotas de alcohol boricado para evaporar el agua una vez finalizado el día de pileta, mar o río, no cada vez que la persona salga del agua sino al finalizar el día entero. El uso en exceso puede generar sequedad.

Las personas con antecedentes de otitis externas, que suelen desarrollar tapones de cera o cuentan con eczema crónico (descamación de la piel interna del oído), deben consultar sí o sí con un otorrinolaringólogo antes del inicio de la temporada para cuidarse según sus particularidades.

Los especialistas describieron además que la pileta suele ser "más nociva para los oídos" que el agua del río o del mar. Aunque cuente con la correcta cantidad de cloro, sigue siendo agua estancada y eso favorece la proliferación bacteriana, especialmente en casos donde existen irritabilidad o alergias en sectores del oído.

El conducto auditivo externo y el uso de la pileta

Desde el Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Eva Perón de San Martín, señalaron que el conducto auditivo externo tiene una forma tubular y conecta el pabellón de la oreja con el tímpano, y está formado por hueso y cartílago cubierto de piel, el cual contiene pH ácido, que funciona como protección contra las infecciones.

Los productos con los que se limpia la pileta y el tiempo de exposición en el agua pueden hacer que esa piel pierda su integridad con los baños prolongados y, en ese caso, los gérmenes actúan con más facilidad.

Síntomas y tratamiento de la otitis externa

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estado Unidos (NIH por sus siglas en inglés), la otitis externa es una afección común y puede ocurrir en todos los grupos de edad. Es poco común en pacientes menores de 2 años. Su incidencia es desconocida, pero alcanza su punto máximo alrededor de los 7-14 años. Aproximadamente el 10% de las personas desarrollará otitis externa durante su vida y la mayoría de los casos (95%) son agudos, es decir, se resuelven en un periodo corto de tiempo.

Pueden incluir picazón, enrojecimiento, dolor al tirar del lóbulo de la oreja e incluso pérdida parcial de la audición. "En casos más avanzados, se pueden desarrollar secreciones. Ante la presencia de estos signos, es crucial consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso", indicaron.

Respecto al tratamiento, se suelen recetar gotas óticas antibióticas o antifúngicas, según la causa de la otitis. "En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento antibiótico oral y en otros, corticoides inyectables", concluyeron.

 

Fuente: Télam.