“En el idioma castellano hay un insulto muy duro que es el desprecio. La falta de valoración del otro. Tan duro es el insulto que está catalogado como un tipo de agresión. Y eso es lo que está sufriendo la economía argentina: la falta de precio. No existen los precios. Los precios relativos están desencajados. No sabemos los precios y todos estamos sin orientación. El problema de desprecio que estamos viviendo es terrible”.

La frase es de Douglas Elespe, presidente de Fix (una de las principales calificadoras de riesgo afiliadas al grupo internacional Fitch Ratings), y la pronunció sobre el cierre del XVI Simposio de Mercados de Capitales y Finanzas Corporativas que organizó esta semana en Buenos Aires el Instituto Argentino de Ejecutivos en Finanzas (Iaef) y al que asistió Rosario3.

La desarticulación del sistema de precios, cuya normalización ni asoma, fue al mismo tiempo el tema central y el puente entre los dos ejes del encuentro: las tendencias en las finanzas corporativas y la situación macroeconómica.

Y es que en el seminario, que se realizó en el Yacht Club de Puerto Madero- quedó claro que el crecimiento del mercado de capitales (con nuevas estrellas ya brillando en el financiamiento pyme como la factura bursátil y otras herramientas en pista de despegue, como los bonos linkedos a la sustentabilidad) necesita la urgente normalización del sistema de precios.

“El mensaje más importante que tenemos que hacer llegar a los decisores políticos es que la formación del precio de los bienes por la libre oferta y demanda es la más adecuada para el desarrollo económico. Es algo innegable. Y estamos en riesgo ir hacia las antípodas de lo deseable”, advirtió Diego Fernández, CEO del Matba-Rofex durante su disertación.

Y como cualquier debate hoy en Argentina está atravesado por el balotaje, el ejecutivo llama a sus pares para que la identificación de las ideas liberales con el candidato presidencial Javier Milei no los lleve a bajar las banderas en las conversaciones con el candidato Sergio Massa.

“No hay que pensar que la idea de la libre formación de precios es de un candidato y por eso no se lo tenemos que plantear al otro candidato por temor a quedar identificados. La idea no es de uno de los candidatos", enfatiza Fernández.

El mensaje más importante que tenemos que hacer llegar a la política es que hay que desarmar todo el entramado de regulaciones estatales que distorsiona el sistema de precios. No ganamos la batalla de compresión de beneficios económicos, pero hay que seguir dándola”, sostuvo el CEO del Matba-Rofex.

La política de “parches” -que toman forma como regulaciones de precios- del gobierno distorsiona todos los sectores de la economía. Y en el mercado de futuros de agro, por caso, se refleja en los problemas que generaron las sucesivas implementaciones (siempre por “única y última vez”) de los tipos de cambio diferencial. 

Eso sin contar que desde 1982, hubo más de 100 modificaciones en materia de retenciones a las exportaciones del agro, con todo lo que eso implica en los precios, según contabilizó.

“Nosotros operamos futuros de soja, trigo y maíz que fluctuaron 100 dólares para arriba o para abajo por un acto oficial de intervención del tipo de cambio que no puede absorber una cotización que sigue al dólar oficial”, dijo Fernández.

“Es tremenda la cantidad de distorsiones que sufrimos el último año. Nosotros operamos futuros de dólar, y a decir verdad yo ya no sé qué cubre. Pero como no hay muchas alternativas, el actor económico piensa que algo lo cubrirá y por eso lo usa”, reflexionó.

¿Pollo o pasta?

En el seminario del Iaef quedó claro, tanto en los paneles como en las charlas del coffe break, que es ampliamente mayoritaria la coincidencia que el sector financiero tiene con los preceptos liberales que representa el candidato presidencial Javier Milei frente a la política intervencionista del gobierno. Y además el sector también tiene hartazgo de la política.

Pero igual parece primar en muchos el temor por la escasa gobernabilidad que puede ofrecer La Libertad Avanza, la incertidumbre por personalidad de su líder, la intensidad y profundidad con la que quiere establecer los cambios y el caos que puede provocar la protesta social.

“El riesgo Milei es más alto. A Massa, el mercado le cree un poquito más. Un poquito, y por un tiempo”, dijo Walter Morales, presidente de Wise Capital.

"Estamos como cuando en el avión cuando pasa la azafata y dice: “¿pasta o pollo?”. No hay otra cosa. Vos preferías carne o pescado, pero no hay. Tenes que optar entre dos platos que no te gustan o te quedas sin comer porque la azafata se va", dijo el consultor Eduardo D Alessio, durante su presentación.

Por eso aparece la esperanza/fe de que Massa se convierta en un nuevo Menem; una suerte  político peronista que, al llegar al poder, gobierne con libreto liberal, pero conteniendo la protesta social, como ocurre ahora que el país estalla de inflación, no hay paros. 

Eduardo D Alessio, Daniel Marx, Diego Fernández y Douglas Elespe, en simposio del IAEF

Pero, además del temor a que se repita el caso de Alberto Fernández, con un kirchnerismo que le marque la cancha desde provincia de Buenos Aires y desde el Congreso, hay otra preocupación que recorre a los operadores del mercado de capitales. Y es que si el hoy ministro de Economía, Sergio Massa, gana las elecciones presidenciales mantenga -seguramente sin tanta liturgia kirchnerista- todo el entramado de regulaciones oficiales.

En concreto, el temor es que sé termine enamorando del papel del “mago” que saca conejos de las galeras (en forma de regulaciones) para afrontar los problemas económicos, cuando lo que el establishment financiero impulsa es un plan de estabilización que frene la disparada inflacionaria y que luego de nacimiento a un esquema menos regulado que se mantenga, al menos, en el mediano plazo.

El valor de los precios

“Es fundamental sacar de la contienda electoral para que sea un mensaje a la clase política que supere el tema eleccionario el concepto de que los precios de los bienes y activos de la economía deben formarse en base a la libre demanda y oferta, y entender que si alguien quiere comprar algo es porque piensa que está barato y si alguien lo quiere vender es porque piensa que está caro y no porque busque hacerle un daño o un mal a un tercero”, insiste.

“Estamos frente a un valor cultural que tenemos que ir penetrando en los decisores políticos porque si no siempre va a estar la tentación del regulador de querer intervenir (ya sea en supuesta defensa de la mesa de los argentinos, en favor de pagar la nafta más barata o porque ante la necesidad de reservas se le prohíba al inversor comprar Cedears) y eso siempre es negativo. Hay que apuntar a que esos sean valores se defiendan y que en algún momento haya un clic en la clase dirigente”, completa Fernández.

El CEO del Matba-Rofex puso como ejemplo el caso de la agroindustria. "Si se seguiría la línea de Brasil, sin distorsión cambiaria y retenciones, Argentina podría estar duplicando la producción. Estaríamos en las 250 millones de toneladas y no en las 130 millones de la actualidad, y esas son mucha divisas que estamos perdiendo" 

Por su parte, Elespe dijo que “este sistema es a plazo fijo. Estas intervenciones pick de winner, o de elección de ganadores y perdedores por intervenciones puntuales, no puede durar”.

Hay coincidencia en el establishment financiero que la devaluación y el ajuste son inevitables. Pero no sólo hay dudas por el nivel o intensidad, sino sobre el momento conveniente. Y es que, si bien políticamente -en caso de ganar Massa- debería hacerlo este año, el tema es que los dólares del agro llegarán recién en abril/mayo, y la devaluación del 20% post paso, que fue directo a precio, mostró que devaluar sin dólares y sin plan no sirve para calmar la inflación. Pero hay que llegar a abril/mayo. Falta mucho para eso.

“Como sea, lo importante es dejar los regímenes transitorios, los planes para ganar horas o días, que terminan siempre impactando negativamente en los precios, y establecer una línea a seguir para ver cómo llegar lo antes posible a la normalidad. Eso implica muchas decisiones penosas, por ejemplo para la actividad económica, pero que se verán compensadas por la baja de la inflación. Luego de las elecciones, el gobierno electo tiene que cambiar las condiciones generales con un camino y secuencias para llegar a la normalidad", completó el economista Daniel Marx, muy escuchado en el ambiente financiero.

Finalmente, entre los asistentes al simposio del Iaef hubo muchas dudas de que un gobierno de Massa tenga la real convicción y vocación de seguir la línea que puso sobre la mesa Marx. Pero hay una esperanza: que Massa, si gana, no deje de leer que la mayoría de la gente votó en contra del modelo, que voto un cambio y, que por esas cosas de la política electoral, le tocará ejecutarlo a actual ministro de Economía del gobierno peor considerado en años. Apuntan a que personificar esa necesidad de cambio le genere la legitimidad que hoy no tiene y que hizo que en una elección general solo vote al oficialismo el 30% del electorado.