El incremento al 15% de las retenciones a todas las exportaciones que impulsa el gobierno nacional provocaría una caída de las exportaciones santafesinas de 4.105 millones de dólares al año y una pérdida en la recaudación de 93,4 millones de dólares, según cálculos de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe)

“El nivel de aumento de retenciones a la industria, que hoy están en un 2.2 por ciento promedio, es sideral y le quita competitividad a la producción argentina”, señaló Román Guajardo, directivo de Fisfe y titular de la Unión Industrial Regional Rosario (Unirr) en diálogo con Radiopolis (Radio 2). 

“Todo esto tiene alto impacto directo en el sector, con menos empleo e inversiones y hasta es una contradicción con los objetivos fiscales buscados de subir ingresos, ya que en vez de aumentar la recaudación, bajará porque se exportará menos”, agregó el dirigente industrial.

“Las empresas exportadoras no solo generan beneficios por el ingreso de divisas al país, sino que pagan mejores salarios, emplean mano de obra más capacitada (o es quien la capacita), muestran mayor nivel de productividad, pericia tecnológica e inversión en investigación y desarrollo”, señala.

Según explicó Guajardo, “la exportación pyme industrial suele tener márgenes muy ajustados y para pasar de tributar un 2,2% en promedio a 15% saca de competencia a muchas empresas”. Pero además comentó que “para las actividades industriales más intensivas en insumos importados, la retención efectiva es mayor, más perjudicial; además de impactar en sus costos netos un aumento del impuesto País”. 

“El mundo avanzado busca aumentar sus exportaciones de valor agregado y nosotros con esta medida vamos a contramano”, agregó. Y es que si bien las economías regionales (economías primarias) quedarían a salvo del aumento de las retenciones, no así las que agregan valor.

“Exportar una papa sin pelar no tiene retenciones, pero exportarlas cortadas, empaquetadas y congeladas sí tiene que pagar un 15%”, se quejó el industrial, sobre el impacto “primarizador de la economía” que tiene el impuesto. 

“Turquía es el principal exportador de harina del mundo y no produce trigo, cuando nosotros que tenemos el trigo no somos exportadores por la alta presión de las retenciones”, agregó.

Finalmente, Guajardo resaltó la defensa de la producción industrial que llevaron adelante las gobernaciones de Santa Fe y Córdoba, entre otras provincias, y estimó que el Congreso no permitirá que se concrete el aumento.

En el análisis que Fisfe presentó a las autoridades provinciales para argumentar el rechazo, hay un apartado en el que analiza el impacto sector por sector de cuánto más tendrían que pagar de impuestos los principales rubros, siempre y cuando mantengan el nivel de ventas, algo que –aseguran– no pasará.

Con el aumento de retenciones, la industria automotriz pasaría a pagar 959 millones de dólares más; Químicos, 187 millones más; caucho y plástico, 115 millones más; productos de laboratorio, 154 millones más; y metalmecánica, 408 millones más.