“En 25 años la construcción privada de Rosario no solo no creció, sino que hasta retrocedió”. Así concluye el informe que el presidente de la delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción, Mariano Schor, presentó ayer en el Concejo, que arrojó que la superficie que recibió permiso para construir sufrió una retracción del 55,94 % entre 2000 y 2024, mientras que el número de permisos de construcción cayó el 28,71% en el mismo período.

La comisión de Planeamiento del Concejo realizó el miércoles una audiencia con empresarios y profesionales del sector de la construcción para analizar el proyecto oficial de cambios normativos faciliten la construcción con mayor altura (hasta 120 metros) en parcelas que van de los mil a los 5 mil metros cuadrados, desarmando así buena parte del Código Urbano sancionado en 2008. El proyecto contó con el respaldo unánime de los actores del sector, desde urbanistas y arquitectos hasta constructores y desarrolladores, y todo indica que será aprobado en los 15 días por los ediles.

Fue en ese contexto que el titular de la delegación de la Cámara de la Construcción aprovechó para presentar un informe realizado por la entidad, cuyas conclusiones marcan la existencia de un fuerte estancamiento de la actividad. Y si bien no carga las culpas exclusivas a las restricciones a la construcción en altura por anquilosamiento de la actividad, se las señaló como una de las posibles razones.

“Es preocupante de todas formas el análisis final y sus porcentajes de retracciones,  teniendo en cuenta que llegamos a la conclusión que en 25 años la actividad privada  en Rosario no solo no ha crecido, sino que ha retrocedido”, señaló Schor.  

“La obra privada en la ciudad de Rosario, por cuestiones que pueden ser objeto de  análisis en otro estudio, aparece al menos estancada en esta serie histórica. Creemos muy necesario analizar todas las causas posibles, y en función de ello  generar el debate entre todos los actores de la construcción, públicos y privados, para lograr consensos que logren mecanismos e incentivos para que esta actividad que tiene como objetivo nada menos que ofrecer viviendas a una demanda enorme en la ciudad, y que además genera un efecto multiplicador en empleo directo e indirecto, despegue definitivamente”, completó. 

En números, mientras que en 2000 se otorgaron permisos para construir por 431.785 m2, el año pasado se permisaron 307.819 m2. En lo que hace a cantidad de permisos para obras nuevas, en el 2000 hubo 640 otorgados, contra los 282 del año pasado. 

Si se compara el promedio de los que paso en últimos 25 años construcción privada con lo ocurrido el año pasado, surge que en 2024 hubo un 33,66% menos de superficie habilitad a construir, y en número de permisos  la caída fue aún mayor, en este caso del 62,35 %.

Tanto la cantidad de permisos como la suma de superficies  permisadas no garantizan que cada uno de ellos se ejecute, pero marca la tendencia de la construcción privada en Rosario, y al denotar la expectativa (favorable o no) de constructores y desarrolladores, es la única manera concreta de medir la actividad del sector. 

“También vale decir que solo una minoría de los  permisos no llegan a concretarse. Si bien el estudio le dio idéntica importancia en cuanto a su tratamiento a los dos parámetros: superficie permisada y número de permisos, consideramos claramente que la primera es la que debe tomarse para llevar adelante los debates y conclusiones”, aclara el informe de la entidad empresaria presentado en el Concejo.

Si bien el informe busca exponer una situación deficitaria estructural, habilitando el debate sobre el impacto de la normativa local dentro de un conjunto de factores (más económicos), también aporta un muestro de lo que está pasando est año.

Entre enero y junio de en 2025, la superficie permisada para construir acumulada es un 4,36% inferior si la  comparamos con el acumulado enero– junio del año anterior, al bajar de 154.867 a 148.114 m2. Pero en cuanto al número de permisos, en 2025 se ha aumentado esa cifra en un 8,59 % al subir de 198 a 215

“Se puede inferir que las diferencias porcentuales en ambos guarismos no son significativas, evidenciando, por otra parte, una continuación de la tendencia de no crecimiento de la actividad de  la construcción privada en lo que transcurre de este año”, concluyó el informe de la Cámara de la Construcción.