Dos cazas estadounidenses F-18 que volaban en tándem ingresaron en el espacio aéreo venezolano alrededor del mediodía de este martes, sobrevolando el Golfo de Venezuela durante 40 minutos en la última demostración de fuerza contra el régimen de Nicolás Maduro.
La trayectoria de las aeronaves al norte del estado petrolero de Zulia fue rastreada en tiempo real mediante la plataforma digital FlightRadar24, donde fueron observados acercándose al Lago de Maracaibo desde el interior del golfo venezolano. Las maniobras areonáuticas aumentaron la tensión en una región donde la actividad militar de Estados Unidos se ha intensificado durante los últimos días, focalizando la atención internacional sobre la frontera norte venezolana.
En este marco, Donald Trump volvió a apuntar contra Maduro este martes al asegurar que “tiene los días contados”. “Pronto atacaremos también en tierra”, afirmó el mandatario estadounidense sobre las operaciones militares que su país viene llevando a cabo en la región.
El sobrevuelo –realizado a pesar de que el régimen venezolano posee varias baterías antiaéreas de fabricación rusa– tuvo lugar a menos de 100 millas al noreste de Maracaibo, la segunda ciudad más grande de Venezuela, según informó The Miami Herald.
Según el diario estadounidense con sede en Florida, miles de venezolanos siguieron el vuelo de las aeronaves en sitios web especializados de rastreo, y muchos de ellos observaron cómo los jets trazaban un patrón en forma de pajarita sobre el golfo.
Los cazas permanecieron dentro del espacio aéreo venezolano durante al menos 40 minutos a una altitud de aproximadamente 7.600 metros antes de dirigirse hacia el norte y abandonar la zona.
Según mostraron los sitios de rastreo, los cazas estadounidenses volaron entre dos regiones clave para el sector energético venezolano, los estados de Zulia y Falcón. El lago Maracaibo, que es uno de los mayores sitios de agua dulce del continente, es la cuna de las reservas de unos 150.000 millones de barriles de crudo.
La demostración de fuerza estadounidense llega mientras Washington continúa reforzando su presencia militar en el Caribe, aumentando las tensiones con Caracas. Desde septiembre, Estados Unidos comenzó a desplegar en la zona destructores, cazas y submarinos, e incluso movilizó el portaviones más grande del mundo, el USS Gerald Ford. Además, acumula más de 15.000 efectivos en la zona y ha alistado a bases militares.
La semana pasada, dos bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, procedentes de la Base de Minot en Dakota del Norte, incursionaron sobre el noreste de Curazao, según los mismos registros de FlightRadar24. Estas aeronaves realizaron vuelos de largo alcance posicionándose frente al litoral occidental de Venezuela. Voceros del Comando Estratégico de Estados Unidos aseguraron que los B-52 cumplen un papel esencial en la doctrina de disuasión del Pentágono y ejecutan misiones orientadas, en palabras de la institución, a “demostrar capacidad global y preparación operativa”.
La denominada Operación Lanza del Sur, impulsada desde la administración de Trump, concentra recursos navales, aéreos y de inteligencia para rastrear movimientos asociados al narcotráfico y otras estructuras regionales. Declaraciones del Departamento de Defensa recogidas en documentos oficiales explican que el uso conjunto de aeronaves tripuladas y plataformas de observación resulta imprescindible para cubrir una zona donde convergen rutas marítimas y aéreas consideradas de alto interés estratégico.
A la vez, Estados Unidos ha designado a Maduro como el líder del Cartel de los Soles y puesto precio a su captura. Con el argumento de combatir el narcotráfico, militares estadounidenses vienen bombardeando lanchas que supuestamente transportan droga en el Caribe y el Pacífico, totalizando hasta el momento una veintena de ataques en los que han matado a más de 80 personas.