La noche del 12 al 13 de agosto ofrece un panorama celeste en el que coinciden dos atractivos: el pico de la lluvia de meteoros Perseidas y los restos de una reciente alineación planetaria.
Aunque ninguno se muestra en sus condiciones ideales para el hemisferio sur, sí hay motivos para levantar la vista y aprovechar las horas más oscuras.
Madrugada del 13: meteoros y planetas
Desde Argentina y gran parte del hemisferio sur, la constelación de Perseo —punto radiante de las Perseidas— se ubica baja en el horizonte norte. Esto limita el número de meteoros visibles, pero aún pueden sorprender algunas trazas brillantes si se observa desde lugares oscuros.
Las Perseidas, conocidas popularmente como “lágrimas de San Lorenzo”, se producen cuando la Tierra atraviesa la nube de partículas dejada por el cometa Swift–Tuttle. Al entrar a gran velocidad en la atmósfera, estos fragmentos se desintegran y generan destellos luminosos que surcan el cielo nocturno.
Las horas más favorables en esta ocasión serán entre las 2 y las 5 de la madrugada, con la Luna alta pero en descenso.
En paralelo, tres planetas se destacan sin necesidad de telescopio: Saturno domina el cielo este-sureste desde la medianoche; Marte y Júpiter aparecen más cerca del amanecer hacia el horizonte este. Mercurio, en cambio, ya es difícil de detectar, pues su posición está cada vez más próxima al Sol.
La Luna llena, un obstáculo importante
En 2025, la Luna llena de Esturión, ocurrida el 9 de agosto, continúa iluminando el cielo con fuerza. Esto reduce el contraste y hace que sólo los meteoros más brillantes puedan apreciarse, especialmente desde zonas alejadas de la contaminación lumínica.
Para quienes buscan condiciones óptimas desde el hemisferio sur, la oportunidad más prometedora llegará recién en agosto de 2027, cuando la fase lunar sea más favorable.
Consejos para la observación
Un cielo despejado y la menor contaminación lumínica posible son claves. Conviene dejar que la vista se acostumbre a la oscuridad al menos 15 minutos y evitar mirar directamente luces intensas.
Si bien la Luna llena atenúa el contraste, los meteoros más luminosos y los planetas seguirán siendo visibles.
Lo que ya pasó: el mejor momento de la alineación
Entre el 1 y el 4 de agosto se produjo la fase más vistosa de la alineación planetaria de este mes, con Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno alineados antes del amanecer. Incluso Urano y Neptuno se sumaban al espectáculo con ayuda de un telescopio.
Esa disposición perfecta ya no se repite, pero agosto aún brinda oportunidades de ver varios planetas en una sola noche.
Lo que viene para las Perseidas
En el hemisferio norte, la lluvia alcanza esta madrugada su punto máximo, con más de 100 meteoros por hora. Para el sur, la cifra será mucho menor, y la Luna seguirá siendo un desafío visual.
En 2027 se producirá una edición de las Perseidas con condiciones ideales para su observación en ambas mitades del planeta.