Un estudio reciente presentado en el Congreso Científico Europlanet y la División de Ciencias Planetarias (EPSC-DPS) en Helsinki sugiere que las condiciones necesarias para la vida extraterrestre inteligente son mucho más raras de lo que se pensaba. Según los investigadores Manuel Scherf y Helmut Lammer, de la Academia Austriaca de Ciencias, los planetas que carecen de tectónica de placas y de suficiente dióxido de carbono y oxígeno podrían hacer que civilizaciones avanzadas como la nuestra sean extremadamente raras.
Los investigadores creen que un planeta similar a la Tierra debe cumplir ciertos criterios para sustentar la vida compleja y la tecnología avanzada. En primer lugar, debe haber suficiente dióxido de carbono para sustentar la fotosíntesis y evitar el escape atmosférico, pero no demasiado como para que la atmósfera se vuelva tóxica o atrape demasiado calor. La tectónica de placas es crucial para regular la cantidad de dióxido de carbono atmosférico mediante el ciclo carbono-silicato.
Además, un mundo debe tener una atmósfera predominantemente de nitrógeno y oxígeno para desarrollar una civilización avanzada. El oxígeno es crucial no solo para la biología, sino también para el avance tecnológico, ya que niveles inferiores al 18% de oxígeno podrían impedir el uso del fuego, esencial para la metalurgia y el desarrollo de herramientas avanzadas.
Los investigadores crearon modelos para comparar la longevidad de las biosferas con diversas composiciones atmosféricas con el tiempo que tardarían en evolucionar civilizaciones avanzadas. Concluyeron que, si existiera una civilización tecnológicamente avanzada en nuestra Vía Láctea, lo más cerca que estaría de la Tierra probablemente estaría a unos 33.000 años luz. Dicha civilización también tendría que sobrevivir al menos 280.000 años para que existiera alguna posibilidad de que se superpusiera con la nuestra en el tiempo.
A pesar del sombrío panorama, los autores alientan a continuar los esfuerzos, especialmente a través de SETI (la búsqueda de inteligencia extraterrestre). "Aunque las ETI pueden ser poco comunes, solo hay una manera de descubrirlo realmente: buscándolas", afirmó Scherf. "Si estas búsquedas no encuentran nada, nuestra teoría se vuelve más probable, y si SETI encuentra algo, será uno de los mayores avances científicos jamás logrados, ya que sabremos que no estamos solos en el universo".