Este lunes Helvio Andrés Vila, tío del concejal Juan Pedro Aleart, quedó formalmente imputado por los abusos que denunció el exconductor del programa De 12 a 14 (El Tres). Aunque la jueza Eleonora Verón desestimó la prisión preventiva que pretendían la Fiscalía y la querella, Aleart se mostró “tranquilo y conforme” con las restricciones impuestas por la magistrada que incluyen la prohibición de salida del país y de acercamiento a instituciones infantiles. Ahora el flamante edil espera el juicio oral y “la condena que se merece”.
En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), Aleart reconoció que la audiencia imputativa de este lunes fue muy movilizante para él, no sólo porque no le gusta estar cerca de Vila, sino por lo mucho que le costó llegar a esta instancia.
Si bien había abogado por conseguir que Vila quedase en prisión preventiva hasta y durante el juicio oral, dijo que entendió los argumentos de la jueza y señaló que las severas restricciones que le impuso –a las que se suman una caución de 10 millones de pesos y la obligación de presentarse todas las semanas ante la Justicia– hablan también de la contundencia del material probatorio, entre los que destacó el testimonio de otro familiar a quien “le pasó exactamente lo mismo”; de otra víctima –una alumna de una escuela de Fisherton–; y los informes psicológicos de dos profesionales diferentes.
"No voy a parar hasta que tenga la condena que merece”, enfatizó.
“Yo arranqué menos diez en esta causa –recordó–. En 2020 fue cuando empecé a ser consciente que los recuerdos que tenía eran abusos sexuales. Empecé a tener otros recuerdos en plena pandemia; al año siguiente lo enfrenté personalmente cara a cara, solo las víctimas de abuso sexual saben lo que significa eso. En 2022, en silencio y sin abogados, hice la denuncia penal, con mucho miedo y vergüenza porque ser hombre... con el agregado de ser una figura pública, denunciar haber sido abusado sexualmente por tu tío implica mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha valentía”.
“Ser hombre y ser víctima de abuso sexual da vergüenza, es denigrante y la mayoría de los hombres se quedan callados pero se destruyen por dentro. Hagan la denuncia, enfrenten todo lo que tienen que enfrentar porque es el único camino para sanar”, conminó. De hecho, apuntó que si bien no tiene la obligación de presenciar las audiencias y encontrarse cara a cara con su abusador, elige hacerlo y hablar cada vez. “Es sanador. No me gusta estar ni escucharlo, pero es lo que hay que enfrentar y lo hago”, aseguró y dijo que ahora espera con “optimismo el comienzo del juicio”. “Me costó muchísimo llegar hasta acá y no voy a parar a que esté preso que es donde tiene que estar”, aseveró.