Este martes al mediodía, en la zona de Doctor Riva y 1º de mayo, una nena de 2 años fue picada por un alacrán y tuvo que ser hospitalizada. En principio, fue ingresada a la terapia intensiva del hospital Provincial, luego de la intervención de la Policía, que la trasladó hasta el lugar. Ya este miércoles, el parte fue mucho más alentador.
Según anunciaron los médicos, Roma siguió evolucionando bien, pero continúa internada para un mayor control.
La mamá de la pequeña, una mujer de 27 años, encontró auxilio en dos suboficiales que la acompañaron en medio de la desesperación, ya que su nena estaba desvanecida. Los oficiales la llevaron hasta el hospital Provincial de Rosario.
Ya en el centro de salud, los médicos le hicieron primeros auxilios y descubrieron que tenía síntomas de una picadura de alacrán.
Los síntomas que suelen declararse en este tipo de situaciones son: dolores intensos que se manifiesta en el sitio de la picadura, especialmente en los niños. Pueden observarse palidez, naúseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina y palpitaciones.
La picadura frecuentemente sucede de noche; la población más afectada son los niños pequeños y la localización en los miembros inferiores.
El peligro de las picaduras proviene del veneno que dejan cuando una persona toma contacto accidentalmente con uno de ellos y que, en los casos más extremos, puede ser de suma gravedad.
Es importante saber que existen una serie de factores que determinan la evolución, dependiendo de la persona afectada: el peso, el estado nutricional y la presencia de enfermedades previas como asma, hipertensión, patologías cardiovasculares, diabetes.
En tanto, también hay variedad de factores que dependen de la especie de alacrán y de la situación en sí de picadura: el lugar del cuerpo afectado, la cantidad de picaduras efectuadas, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.
Medidas de prevención
Para evitar la posibilidad de contacto con un alacrán; se recomienda mantener el hogar y alrededores libres de escombros, ladrillos, tejas, leña y maderas; tapar las grietas u orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si son de ladrillo hueco; y sellar las cámaras de las cloacas.
También es recomendable colocar malla metálica en las rejillas de las casas, utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas; si se encontró uno en la casa, revisar la cama antes de acostarse; no dejar ropa en el suelo y si ello sucede sacudirla ante de utilizarla; y revisar los zapatos, sobre todo de los niños antes de colocárselos.