Otra investigación en Rosario sobre hechos de amenazas vinculados con la no cancelación de préstamos usurarios volvió a poner sobre el tapete las dificultades que afrontan personas sin acceso a crédito formal. Esta semana el fenómeno quedó expuesto en las páginas del crimen, con tres condenas a matones que hostigaron a una mujer que pidió 100 mil pesos y terminó entregando más de dos millones, y con la imputación a un alfil de una banda dedicada al narcomenudeo que movía dinero sucio otorgando anticipos con altísimo interés.
La información de voceros de la PDI señala que el viernes María de los Ángeles R., de 38 años, fue aprehendida en Spiro al 300 bis, en la villa del Tanque, en la zona sur, por solicitud del fiscal Ramiro González Raggio.
La aprehensión estuvo orientada a desactivar una situación que corría el riesgo de pasar a mayores. Al MPA llegó la denuncia de un hombre que había solicitado un préstamo y, al no poder cumplir con la fecha pactada para la devolución, la mujer comenzó a presionarlo mediante amenazas para que abonara lo adeudado más una suma adicional en concepto de intereses.
“El denunciante exhibió un audio enviado por la mujer, donde claramente queda expuesta la amenaza”, dijeron desde la PDI.
Un celular de María R. fue secuestrado por los pesquisas, que trasladaron a la sospechosa a sede policial.
Otro caso de crédito informal se ventiló este martes en el Centro de Justicia Penal, con la condena a tres delincuentes que otorgaron 100 mil pesos a una comerciante de la villa La Paloma (extremo sur de la ciudad), a quien luego intimidaron y hostigaron durante semanas. La víctima vendió una heladera, su moto y hasta su casa para pagar una suma de 2.320.000 pesos. Alexis Chamorro (24), Franco Arias (26) y Diego Ovelar (29) recibieron penas de cinco años.
Esta semana Carlos Franco, un soldado de la organización liderada por la transera Jésica “La Fea” González –presa e imputada como jefa de una banda dedicada al narcomenudeo–, fue acusado de mover plata obtenida por la venta de droga otorgando préstamos a tasas usurarias (80 por ciento de interés en pagos quincenales) en 27 de Febrero al 7800, uno de los sectores más postergados de la ciudad. Según lo ventilado en la audiencia imputativa, uno de los que se atrasó con los pagos terminó baleado en noviembre del año pasado.