Norma Acosta, una mujer conocida en las crónicas policiales y judiciales de Rosario –está condenada por narcotráfico, mataron a tiros a su padre y su pareja Miguel "Japo" Saboldi murió en un incendio no esclarecido mientras estaba preso en la Jefatura de Policía– fue detenida este jueves. El fiscal Pablo Socca, que investiga el ataque a tiros que recibió en su domicilio el pasado 7 de mayo en Larguía al 3400, en barrio Tablada, halló evidencia para llevarla a audiencia imputativa por haber organizado un autoatentado

La División de Asuntos Internos llevó a cabo cuatro operativos en Rosario y Villa Gobernador Gálvez en el marco del legajo. En dos de ellos se buscó sin éxito a Juan José "Jota Jota" Gómez, vinculado a la barra brava de Newell's y Rosario Central, por haber sido quien recibió el encargo de la mujer y organizó la balacera. "Jota Jota" ahora tiene pedido de captura.

La casa de Acosta, ubicada en Larguía al 3400, fue baleada el 7 de mayo, apenas 48 horas después de que Asuntos Internos desbaratara una banda policial que desviaba fondos de combustible para patrulleros. La mujer había denunciado esa maniobra en redes sociales y, en aquel momento, atribuyó el ataque a represalias por esas acusaciones.

Sin embargo, la investigación reveló otra trama. Según las cámaras de vigilancia y testigos presenciales, los agresores fueron dos jóvenes –uno de ellos, menor– en bicicleta. Uno de ellos disparó cinco veces contra la fachada, le pasó el arma a su acompañante y ambos escaparon en direcciones opuestas.

A los pocos minutos, personal del Comando Radioeléctrico detuvo en Alem y Biedma a Ignacio N., de 17 años, acusado de efectuar los disparos con una pistola calibre 9 milímetros. Horas más tarde, Asuntos Internos arrestó en su casa de Convención al 3600 a Nicolás Robles, de 18, quien había conducido la bicicleta.

Socca (izquierda) llevará a audiencia imputativa a Norma Acosta el próximo miércoles.

La pesquisa estableció que ambos jóvenes actuaron bajo las órdenes de Nahuel Catriel “Monta” Depetris, presunto integrante de la barra brava de Newell’s, detenido a fines de agosto e imputado como coautor del ataque.

En paralelo, Socca ya investigaba a Acosta por presunto falso testimonio. En su declaración inicial, la mujer aseguró que los tiradores se movilizaban en un Volkswagen Voyage blanco, “chocado atrás y con vidrios polarizados”, en el que iban dos hombres. Incluso dijo ser “fanática de los Volkswagen” y señaló a un ex jefe policial como ideólogo de la balacera. Pero las pruebas recolectadas –videos y testigos– expusieron inconsistencias en su relato y reforzaron la sospecha de que había montado una versión falsa para desviar la investigación.