Desde que supimos que íbamos a venir a cubrir el Mundial para el multimedio más importante del interior del país, nuestros corazones comenzaron a latir más fuerte y a transitar sensaciones eclécticas: en primer lugar se llenaron de orgullo por la responsabilidad que esto confiere, obviamente también rebalsaron de ilusión por todo lo que la Copa genera: para un futbolero, estar en un Mundial es una sensación única e indescriptible, emocionante por donde se lo mire. Es una simbiosis perfecta de fútbol e intercambio cultural.

Y si bien cada país tiene sus costumbres y sus tradiciones, el caso particular de Qatar nos genera más incertidumbre que cualquier otro. De por sí esta nación de Oriente Medio no es un país con tradición futbolera y la elección de su sede se debe más a cuestiones políticas y de negocios que de amor por la pelota.

Es ahí cuando también aparecieron los miedos y los interrogantes: ¿Qué tan diferente será la vida en Qatar? ¿Con qué nos vamos a encontrar? ¿Habrá tanto control, mano dura y restricciones como se dice? ¿Será todo tan costoso como cuentan? ¿Habrá posibilidad de tomarse una cerveza por la calle? ¿Se podrá mirar a una mujer directamente a los ojos? ¿Estará prohibido caminar en bermuda en plena calle? ¿Llegarán tantos argentinos como dicen (se habla de casi 40.000)? ¿Podrá la policía local controlar a los barras argentinos o a los hooligans ingleses? ¿Con qué nos sorprenderá Qatar? ¿Es justo que sea el organizador de la Copa?

¿Y en lo futbolístico qué? ¿Cómo le irá a la selección de Scaloni? ¿Qué tan grande es la devoción por Messi en estas tierras? ¿Argentina podrá soportar el rótulo de candidata? ¿Logrará Lionel Messi levantar el trofeo más ansiado tras haberse sacado una gran mochila en el Maracaná? ¿Volverá un país sudamericano a conquistar el título después de 20 años?

Son muchísimos interrogantes. Y seguramente con el transcurrir de las horas irán apareciendo otros. En Rosario3 nos propusimos averiguarlos. O al menos intentarlo. Ojalá nos acompañen a averiguarlo en esta travesía de unos cuantos días por aquí. Están invitados...