El entrenador de Newell's, Gabriel Heinze, brindó este domingo una sentida conferencia de prensa luego de una nueva derrota en el Coloso, 1-0 ante Sarmiento, donde manifestó que resiste en su cargo a pesar de que es el “momento más difícil” de su carrera como técnico y del “dolor” que le causan los insultos de los hinchas.

Es doloroso y triste. A la gente la entiendo porque yo estoy acá para darle la mayor alegría posible. Uno es de la casa y duele. Cuando llegué dije que iba a poner en juego todo esto y no me arrepiento absolutamente nada”, dijo en relación a su condición de ídolo como jugador, hoy cascoteada por los malos resultados con el buzo de DT.

Es el momento más difícil y también el más triste en muchos años y es muy doloroso. Esta casa me dio mucho y yo también le di mucho. Estoy tranquilo por el trabajo y el esfuerzo, esa tranquilidad la voy a tener siempre, pero a nivel resultados está lo importante y ver a la gente así es feo y triste. Igual hay una cosa clara y acá el único responsable de esto soy yo”, agregó el Gringo.

Consultado sobre la posibilidad de renunciar, respondió: “Están las dos opciones, lo pensaré como siempre he hecho y siempre lo haré en relación a lo que es mejor para la institución. Voy a hablarlo con la gente que tenga que hablar y tomar lo mejor para Newell's”.

No obstante, el técnico piensa por ahora en terminar el torneo en el puesto. “De mi parte sí –aseveró–; capaz después puede pasar algo pero. Pero yo siempre pienso que las cosas pueden mejorar, soy un convencido de eso, y soy una persona que me gusta vivir las cosas, hay momentos buenos y malos pero me gusta luchar”.

Sobre el partido perdido ante el Verde de Junín en el parque Independencia, Heinze analizó: “Futbolísticamente, en la mayoría del partido no hicimos lo que veníamos haciendo. También está el factor emocional. Habíamos entrado muy bien al partido y cuando perdimos dos pelotas seguidas empezó toda la confusión”.

El Gringo y su repetira cara de frustración. (Alan Monzón/Rosario3)