La victoria de la selección argentina ante Polonia dejó una mala noticia: Ángel Di María fue reemplazado en el segundo tiempo por una fuerte contractura. El rosarino se realizó estudios en las últimas horas que no arrojaron lesión de gravedad pero sí una sobrecarga muscular en su pierna izquierda. Ahora, el seleccionado entrena a puertas cerradas y con el objetivo de hacer valer cada minuto. 

“Ángel creo que está bien en principio, sintió algo en el cuádriceps y preferimos sacarlo porque como todos saben él es importante y no vale la pena seguir con un jugador que tiene posibilidades de hacerse daño”, había dicho Lionel Scaloni en conferencia de prensa.

Por lógica, esperarán a Fideo hasta último momento para ver cómo evoluciona su pierna para poder estar desde el arranque del partido. En caso de que no llegue, Sacaloni deberá rearmar la estrategia.

Después de las tareas de recuperación, el plantel tendrá solo una práctica más el viernes junto a la actividad oficial de FIFA, que incluye la conferencia de prensa del entrenador y un futbolista en el Centro de Medios de Doha.

Un día menos de descanso

 

Luego de tres partidos de máxima tensión y desgaste físico, el seleccionado tendrá un día menos de descanso que en la fase de grupos para preparar el partido de octavos de final contra Australia. Esto fue motivo de reclamo por parte del entrenador durante la conferencia de prensa posterior al triunfo contra Polonia.

"Es una locura. Somos los primeros del grupo y tenemos que jugar en dos días y medio", apuntó Scaloni.

El partido contra Australia por un lugar en los cuartos de final se jugará el sábado a las 16 en el estadio Ahmad Bin Ali, con capacidad para 45.032 espectadores.