Una nueva polémica en el ámbito del fútbol femenino estalló este fin de semana cuando las futbolistas del Rayo Vallecano, de la primera división de España denunciaron la insólita comida que recibieron como cena en un viaje de vuelta desde Valencia hasta Madrid.

En el micro de regreso, a las jugadoras les entregaron dos sándwiches de pavo, con escaso contenido, y dos manzanas. Una dieta que no es para nada acorde con la necesaria para un equipo profesional de la primera. Sumado a esto, el plantel que integra la argentina Ruth Bravo, también reveló que la comida fue preparada a la mañana, previo al viaje a Valencia.

Luego de ésta situación, plantearon la posibilidad de que las mismas jugadoras pudieran llevar su propia cena o comer en algún restaurante con precios económicos. Sin embargo, desde el club les bajaron el pulgar a las dos alternativas y se excusaron en la situación sanitaria.

Poco después, el presidente del club, Raúl Martín Presa, quiso matizar lo ocurrido en MARCA y, en referencia a la cena, aseguró que el menú era idóneo y que contaba con la supervisión y aprobación del principal responsable de los servicios médicos del club. Presa también quiso señalar otros temas del equipo como los salarios, haciendo estallar finalmente a las futbolistas.

De ese modo, las jugadoras emitieron un comunicado junto con el cuerpo técnico, el cual apoya la primera plantilla, en el que deciden destapar las vergüenzas del club, explicando su verdad sobre la cena, los grandes problemas con los salarios y sus pagos y con los materiales, que no les provee la entidad.


Este presente es un maltrato más para un equipo que tuvo que iniciar el campeonato más tarde porque el club quiso esperar a que hubiera un protocolo sanitario específico para la Primera Iberdrola.