Celso Fernández, profesor en el Club Atlético Fisherton de Rosario, fue el primero en notar las habilidades de la tenista argentina Nadia Podoroska a sus 5 años. Ayer en Radio 2 palpitó el partido de cuartos de final contra Elina Svitolina y este martes mostró toda su felicidad en De 12 a 14 (El Tres). "Desde muy chiquita comenzó con nosotros, incluso hicimos una excepción porque era más que pequeña que los chicos y chicas que venían al club a empezar a jugar al tenis", recordó el hombre, muy emocionado por el progreso de la rosarina. 

"Yo la tuve hasta los 10 años. No sólo se veía su velocidad, su motrocidad, sino también su predisposición al entrenamiento", describió Celso desde una esquina del barrio de Fisherton, el lugar en que todo comenzó para la pequeña gigante Nadia. 

Fernández rememoró que "en una reunión formal con los padres de Nadia, Marcelo su papá nos decía que él se daba cuenta de que era distinta, pero no sabía si era para tanto". 

"El primer torneo que jugó, que era un G4, tenía 9 años y decidí anotarla en menores de 12 y lo ganó. O sea que les ganaba a chicas de 3 años más grande que ella", comentó Celso, recordando los inicios de la jugadora que hoy está entre las cuatro mejores del torneo más importante del mundo en polvo de ladrillo. 

El entrenador destacó que "hablábamos mucho de Gabi Sabatini, yo soy de recalcar mucho el comportamiento adentro de la cancha, y en ese sentido ella me enseñaba a mi". 

Sobre el partido de este martes contra Svitolina, el formador analizó que Podoroska "mantuvo su lenguaje corporal durante todo el partido y supo aprovechar la desesperación de su rival por ir perdiendo". Y remarcó que "generalmente juega contra jugadoras más altas y se impone". 

"Svitolina dijo que no conocía a Nadia y eso me parece que fue un error, hay que ver videos del rival aunque sea una principiante", apuntó Celso Fernández. 

Sobre lo que el espera a Nadia en semifinales del torneo parisino, partido que se jugará este jueves, proyectó: "La respuesta del corazón y del deseo es que va a seguir adelante". 

El anticipo del profe

Fernández recordó los primeros pasos de la jugadora que por estos días hace historia en Roland Garros: "Ella siempre fue muy deportista, la madre siempre me comentaba que quería jugar al tenis". Y añadió: "En el club todos estaban seguros de su futuro profesional".

La rosarina de 23 años se inició en el tenis probándose por diferentes clubes pero nadie le prestaba atención por su baja estatura: "No quedaba porque era chiquita, pero los padres no la presionaban, solo querían que juegue", contó el profesor. 

Además remarcó que en sus primeros pasos había que equipararla con sus compañeros y "siempre había que mezclarla con los más grandes porque los niveles eran muy llamativos a su edad".

Por último, remarcó su gran presente en los torneos de tenis y dijo que "su mejor golpe es la derecha y el revés, siempre sale a buscar el partido, ella gana por mérito propio".

La Rusa, como le dicen a la rosarina, fue criada en una familia de clase media en Fisherton y de madre y padre farmacéuticos. En una semana en el torneo parisino ya ganó 332.130 dólares.