En su primera salida de visitante en la Copa de la Liga, Rosario Central se pareció al equipo de las penurias del primer semestre fuera de casa y decepcionó: fue superado y goleado 3-0 por Banfield, que pelea por la permanencia. El Taladro se puso en ventaja con un cabezazo de Sebastián Sosa Sánchez y el Canalla tuvo el empate en los pies de Carlos Quintana, pero el arquero Facundo Cambeses le atajó un penal. En el complemento, el local lo liquidó con gritos de Juan Pablo Álvarez y Jesús Soraire.

Central no hizo pie durante el primer cuarto de hora y lo pagó caro. Banfield le ganó el medio, lo llevó contra el arco de Jorge Broun y lo atacó. Después de algunas aproximaciones, el Taladro abrió la cuenta rápidamente en una pelota quieta: el equipo de Russo marcó mal y Sebastián Sosa Sánchez, en soledad, cabeceó a la altura del punto penal para marcar el 1 a 0.

El Canalla no lograba reponerse desde el juego, pero el partido le regaló una oportunidad inmejorable para equilibrar la balanza y empatar. A los 25 minutos, en su primera respuesta ofensiva seria, el árbitro Fernando Espinoza sancionó penal para los de Miguel Russo por un pisotón sobre Octavio Bianchi, a instancias del VAR.

Sin embargo, la esperanza no le duró nada: Carlos Quintana se hizo cargo de ejecutar la pena máxima, pero el arquero Facundo Cambeses se arrojó bien hacia su derecha y le contuvo el zurdazo al defensor.

La pobre puesta en escena de Central recordó a sus peores producciones de visitante en la pasada Liga. Hubo mérito de Banfield, que lo presionó en la zona media y no lo dejó tener la pelota, pero frente a un trámite que se le presentó esquivo, los de Russo no mostraron capacidad de reacción.

El DT auriazul tomó nota del mal partido de su equipo, movió el banco en el entretiempo y rompió la línea de cinco con los ingresos de Agustín Toledo y Lautaro Giaccone, en lugar de Ulises Ciccioli y Kevin Ortiz. Así, el Canalla exhibió una muy leve mejoría en el juego y emparejó el trámite, aunque siguió sufriendo atrás.

Lo poco interesante que hizo Central estuvo en los pies de Tomás O’Connor, el único que tuvo algo de rebeldía y claridad con el balón. Pero no fue suficiente sin socios como Ignacio Malcorra o Jaminton Campaz, quienes otra vez jugaron muy por debajo de sus posibilidades.

El Taladro volvió a pegar y lo empezó a liquidar cuando Juan Pablo Álvarez recibió en tres cuartos con ventaja sobre Toledo, dejó pagando a Quintana y definió de cachetada al palo más alejado del arquero para poner el 2 a 0, un resultado que se ajustaba al desarrollo y que, en definitiva, le permite tomar un poco de aire en la lucha por la permanencia.

En otro contragolpe, Emanuel Insúa desbordó por izquierda, mandó el centro hacia atrás y Jesús Soraire, con todas las ventajas que dio el Canalla, le rompió el arco a Broun y le puso cifras definitivas a la goleada en el Florencio Sola.

En su primera salida de Rosario en la Copa de la Liga, Central se volvió a parecer al equipo apático y sin rumbo del primer semestre fuera de Arroyito. Un laberinto al que Russo, hasta ahora, no le encuentra la salida. Lleva diez encuentros sin ganar de visitante y solo se impuso en uno de los últimos once, contando todas las competencias.