De Rosario al país: Un camino lleno de obstáculos donde se complica la economía y jaquea el sueño Argentino

Rosario y Argentina no alcanzan la estabilidad: Comercio, industria y el peso en caída mientras la recuperación asoma pero todavía se ve lejana

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En estos tiempos de incertidumbre, uno se pregunta: ¿cómo llegamos aquí? De acuerdo al último informe de la Fundación del Banco Municipal, la economía de Rosario en marzo de 2024 pintó un cuadro sombrío que refleja un problema mucho más grande y sistémico. El desplome del comercio local no solo revela una debilidad estructural, sino que también plantea serias preguntas sobre las estrategias necesarias para la recuperación. ¿Qué podemos esperar a partir de ahora?

Durante el primer trimestre de 2024, Rosario vio una contracción del 20,4% en la facturación privada real interanual, comparable a los peores momentos de la pandemia. Esta drástica caída, que acumuló una pérdida del 10,1% interanual en el trimestre, nos devuelve a niveles de 2021, borrando dos años de progreso. ¿Cómo es posible que un sector tan crucial como el comercio haya perdido tanto terreno?

La historia nos dice que el comercio ha sido históricamente el motor de la facturación privada local, pero en el primer trimestre de 2024, su participación se igualó a la de los servicios privados, ambos con un 37,9% y 37,7% respectivamente. Este cambio revela no un crecimiento en los servicios, sino una severa contracción en el comercio, subrayando su vulnerabilidad estructural.

Además, la economía de Rosario ha sufrido caídas mensuales consecutivas: -10,2% en enero, -1,1% en febrero y -9,7% en marzo. Aunque técnicamente no se ha llegado a una recesión, ya que no se han registrado seis meses consecutivos de contracción, el panorama es preocupante. ¿Qué nos espera en los próximos meses si esta tendencia no se revierte?

La industria y la construcción también han sido víctimas de esta desaceleración económica. En marzo de 2024, ambos sectores experimentaron caídas significativas. A nivel nacional, el comercio se contrajo un 4,5% interanual, la industria un 16,6% y la construcción un 37,2%, según datos de abril. Estos indicadores sugieren una tendencia negativa que podría requerir intervenciones estratégicas para ser revertida.

En contraste, los servicios privados han mostrado una resiliencia relativa. Sin embargo, esta igualdad en participación con el comercio no es necesariamente positiva. Más bien, refleja la severidad de la contracción en el comercio. ¿Podrían los servicios privados ser la clave para la recuperación económica de Rosario? La diversificación de la economía local que representan podría ser crucial para un crecimiento sostenible a largo plazo.

El panorama financiero nacional

A nivel nacional, la economía tampoco pinta un mejor panorama. El dólar MEP cayó un 9,08%, el riesgo país subió un 20,58% hasta los 1.582 puntos básicos. Este incremento refleja la creciente desconfianza de los mercados internacionales en la capacidad de Argentina para cumplir con sus obligaciones financieras. La producción industrial manufacturera cayó un 16,6% interanual en abril y el bono AL30 se desplomó un 9,26%, alcanzando los 51,35 dólares. La recesión y la volatilidad en el tipo de cambio son claros reflejos de una economía complicada. ¿Qué factores están detrás de esta volatilidad? El silencio sobre el swap con China y las tensiones políticas internas añaden leña al fuego siempre encendido del dólar en Argentina.

En medio de estas complicaciones, hay pequeñas buenas noticias. Las reservas alcanzaron los 29.297 millones de dólares y la recaudación en mayo 2024 mostró una suba real interanual, impulsada principalmente por el impuesto a las ganancias, que subió un 585,8%. Sin embargo, la recesión se refleja en la caída del IVA, un 22% interanual, y el impuesto al cheque, un 25%. Estos indicadores sugieren una disminución en el consumo y la actividad económica.

El BCRA sigue en su proceso de saneamiento de balance, migrando pesos al Tesoro y reduciendo los pasivos remunerados a mínimos de casi 20 años. Este movimiento, aunque positivo en términos de control de la inflación, plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo de esta estrategia. ¿Podrá el gobierno mantener este camino sin causar un aumento imprudente en la deuda del Tesoro?

La transferencia de deuda del BCRA al Tesoro ha sido un tema candente. Con vencimientos importantes en junio y julio, el gobierno mantiene un "colchón" en la cuenta del Tesoro en el BCRA para asegurar el pago de estas deudas. Sin embargo, la necesidad de una curva de pesos sana y vencimientos a largo plazo sigue siendo crucial para la estabilidad económica.

Actividad económica: ¿un rayo de esperanza?

A pesar de todo, hay señales de una posible recuperación. La producción industrial y la construcción mostraron leves repuntes mensuales en abril, con subidas del 1,7% y 1,8% respectivamente. Estos datos sugieren que, aunque hay ciertos brotes verdes en la economía, la recuperación es aún muy frágil y desigual.

Por su lado, el salario real ha comenzado a recuperarse, con un aumento del 6,7% en abril, según el RIPTE. No obstante, esta mejora se debe considerar con cautela, ya que en términos interanuales los salarios aún muestran una caída del 20,1%. La capacidad de compra de la población es un termómetro esencial para medir la estabilidad social y económica del país.

La dinámica de las tasas de interés también está jugando un papel crucial. La reciente baja de tasas por parte del BCRA, aunque sorpresiva, ha incrementado la volatilidad en los mercados. Las tasas implícitas en los futuros de dólar, que habían caído sostenidamente, volvieron a subir, indicando mayores expectativas de devaluación. Los contratos de futuros de dólar para agosto y meses posteriores se situaron por encima del 4,5%, una señal clara de que los inversores anticipan una depreciación del peso.

El traslado de la deuda del BCRA al Tesoro ha generado tensiones significativas. El Tesoro tiene vencimientos de letras en pesos por 16.974 millones de dólares en junio y julio, pero cuenta con un colchón de seguridad de 13,5 billones de pesos en el BCRA. Este fondo permite al gobierno hacer frente a los compromisos a corto plazo, pero la dependencia de este colchón resalta la fragilidad fiscal del país.

El aumento del riesgo país no solo encarece el financiamiento para el gobierno, sino que también afecta negativamente a las empresas y a la inversión extranjera. A medida que nos acercamos al 2025, los compromisos de pago serán más apremiantes, y la necesidad de refinanciar la deuda se volverá imperativa. La esperanza de que una eventual baja de tasas a nivel mundial alivie la situación financiera de Argentina es un factor a considerar, aunque no puede ser el único pilar de una estrategia económica.

Como vimos, la actividad económica sigue mostrando signos mixtos. Si bien algunos indicadores mensuales presentan mejoras, la recesión y la baja demanda continúan siendo desafíos persistentes. La clave para una recuperación sostenible radica en la creación de un entorno favorable para los negocios y en políticas fiscales y monetarias coherentes.

En este contexto, la política juega un papel determinante. La falta de consenso y las decisiones contraproducentes, como el reciente rechazo a la eliminación de las jubilaciones de privilegio, aumentan la desconfianza y la incertidumbre. La Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto para modificar la fórmula de movilidad jubilatoria, lo que podría tener un impacto fiscal significativo y contrasta con los objetivos de superávit fiscal del gobierno.

Las altas tasas de interés en Estados Unidos y la devaluación de monedas emergentes como el peso mexicano y el real brasileño añaden presión a la ya frágil economía argentina. La posibilidad de que el Banco Central Europeo baje las tasas de interés podría ofrecer un respiro, pero no soluciona los problemas estructurales internos.

Los bonos soberanos también sufrieron esta semana, pero presentan oportunidades de rentabilidad extraordinaria. Los bonos AL29 y AL30 ofrecen la posibilidad de recuperar el capital invertido durante el mandato de Milei, siempre y cuando el gobierno mantenga su compromiso de pago.

La necesidad de una autopista para hacer negocios, en lugar de una calle llena de baches, es más urgente que nunca. La realidad actual muestra que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar una estabilidad económica y política duradera.

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