El día que los actores del mercado de granos volvieron a verse las caras

Por primera vez desde la pandemia, compradores y vendedores de granos se juntaron para realizar los ajustes que necesita el mercado. Fue en la Bolsa de Comercio de Rosario y en Ecos365 te contamos todo lo que pasó puertas adentro

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Los temas que se pusieron sobre la mesa no fueron aquellos que invitan a una charla distendida. Todo lo contrario: se trataba ni más ni menos de ajustar detalles de la operatoria diaria del comercio de granos cuya resolución pueden inclinar la balanza para uno u otro lado del mostrador.

Así y todo los que se sentaron a la mesa no podían ocultar la satisfacción de volver a verse las caras tras la larga pandemia que los llevó a encontrarse virtualmente o en su defecto a no tratar los temas que allí se tocaron porque, sinceramente, son delicados para hablaros vía zoom.

Y fue ese agrado de volver a las reuniones presenciales, lo que colaboró a que todos los asistentes, de uno y de otro lado del mostrador, calificaran de muy bueno y constructivo al primer encuentro que reunía a los actores de la oferta y la demanda de granos en mucho tiempo. 

¿De qué estamos hablando?

El miércoles pasado en la Bolsa de Comercio de Rosario se realizó la primera reunión en años de la llamada "mesa intersectorial" que reúne a productores, acopiadores, cooperativas, corredores, exportadores de granos, industriales aceiteros y molineros. 

Con todos los protocolos sanitarios del caso, la Bolsa convocó y armó el escenario para que las partes volvieran a encontrarse. Se trató del primer encuentro presencial del mercado desde el inicio de la cuarentena. Pero, para ser precisos, hacía varios años que esa mesa estaba desactivada. 

En efecto, si bien hay registros de un encuentro prepandemia en Buenos Aires, los sectores locales de la oferta estaban esperando respuestas de los sectores compradores a los temas planteados allá por el 2016. Sí, por el 2016.

Como no podía ser de otra forma, hubo algún señalamiento de los vendedores a las demoras en responder y los compradores ensayaron alguna explicación (como viajes al exterior), pero aseguraron que no pisaron ni freezaron los planteos. Como sea, nadie forzó la cuerda y se pasó rápidamente a analizar los temas porque, como se dijo antes, primó la buena onda y predisposición de todos.

Ahora bien: ¿Qué temas se trataron? Los vendedores y los intermediarios pidieron que, cuando la mercadería tiene toda la calidad conforme a lo pautada, no se demore 30/45 días en pagar la liquidación final (2,5% aprox).

El caso es patente, cuando son operaciones a fijar en la que el grano ya fue entregado y analizada su calidad, pero que igual -al momento de cobrar- el comprador hace la liquidación parcial (se cobra a las 72 horas) y un mes después la final, algo innecesario ya que la liquidación final fue pensada -y así está en los reglamentos- para hacer ajustes de precios si la calidad no es la convenida, que el caso de las operaciones a fijar no es necesario, ya que eso se definió al momento de la entrega.

Es más, compradores ofrecieron como posibilidad presentar las dos facturas a la vez.
Y no se trata de una cifra menor la que está en juego: es el monto aproximado de la comisión de los intermediarios. Tener esas cifras 30/45 días en manos de los compradores permite un juego financiero importante con esos pesos en la mesas de los traders.

Los compradores argumentaron que por un tema de "software" y "sistemas" no pueden hacer las liquidaciones totales en las operaciones a fijar, y que también depende de cada firma, pero dejaron su firme compromiso en avanzar en la resolución del tema.

Así y todo un productor comentaba medio escéptico en la escalinata de la Bolsa tras la reunión que "la humanidad esta por poner un hombre en Marte, pero los exportadores no pueden cambiar el software para liquidar".

Los intermediarios también hicieron nota la disparidad de exigencias documentales que hacen los exportadores a la hora de darle alta a los nuevos clientes. Si el que acerca el nuevo cliente es un intermediario, los requerimientos terminan desalentando su incorporación, pero si el que los acerca es el acopio del exportador, entran fácilmente.

Los compradores se comprometieron a analizar el tema en profundidad aclarando que hay políticas comerciales propias de cada compañía.

Otro tema que se analizó fue el logístico. Acopios y corretajes pusieron sobre la mesa la posibilidad de establecer mecanismos de segmentación de cupos de descarga en puertos y plantas que permitan dar previsibilidad a las entregas y reduzca la discrecionalidad. 
En ese sentido, industriales y exportadores también advirtieron que hay incumplimientos en las entregas del lado de los vendedores. 

Es más, los propios productores también ven con alguna duda la conveniencia de armar un esquema algo más rígido porque aseguran que también tienen problemas para cumplir, por ejemplo caminos en mal estado o demoras en las tareas de cosecha.

En ese sentido, los agroexportadores y los puertos trajeron un anunció que interesó a toda la cadena. Están avanzando con el Senasa en los procesos de digitalización del sistema de inspección de bodegas de los barcos que agilizará los tiempos y permitirá darle más ritmo a la recepción de granos y agilizar la logística.

En tanto, tanto desde la oferta y la demanda coincidieron en la necesidad de mejoras en el sistema STOP, que administra los cupos de ingreso a puertos y plantas, pero ahí están chocando con un problema que los excede. 

Resulta que con el cambio de gobierno nacional entró en cortocircuito la relación comercial con el proveedor privado del sistema al que el gobierno anterior le pidió el desarrollo.

El proveedor se llevó las claves y ahora muchas cosas del Stop no funcionan, como la mesa de ayuda y tampoco dan alta de usuarios.

Hay malestar, entonces, de toda la cadena por la falta de respuestas y por eso se acordó pedirle una reunión al secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, una reunión ya que es un tema de su área.

Sobre la logística se charlo mucho. Puertos, aceiteras y exportadores aprovecharon para anticipar que ven que no están dadas las condiciones para que a partir de septiembre empiece a regir la carta de porte electrónica, como anunció el gobierno.

Los exportadores pusieron sobre la mesa la agenda ambiental internacional. Comentaron así las crecientes exigencias de los países compradores de cadenas libre de soja de campos deforestados. Y le pidieron a la Bolsa, productores, acopios y corredores que se sumen a iniciativas que están impulsando de certificación ambiental.

Finalmente, la Bolsa también repasó su oferta de nuevos servicios, como el protocolo Gix, la plataforma Movin App y también mejoras a los proceso de trámites con firma digital.                

Como corolario del encuentro, quedó muy visible el estratégico entendimiento logrado entre los sectores locales de la venta e intermediación, alianza que les permite encarar con más peso específico los desafíos del mercado. Y más allá de los temas planteados, como se dijo al principio, primó la satisfacción de retomar los contactos cara a cara, fundamentales para avanzar con la mejoras que impacten directamente en el día a día del mercado físico de granos, el corazón de la Bolsa de Comercio de Rosario.

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