Como tantos otros rubros, el turismo de eventos encontró en el 2020 su peor año en mucho tiempo. Imposibilitados de hacer ferias y congresos presenciales desde marzo, los organizadores debieron volcarse de un día para el otro a lo virtual, con las complicaciones técnicas y de adaptación derivadas del brusco cambio de formato. Sin embargo la merma de contagios en la región, la proximidad de las vacunas y los aceitados protocolos elaborados llevaron a que empresarios del sector vean la luz al final del túnel. De a poco empezaron a llegar las consultas para volver a las actividades presenciales, aunque claro está que no serán como antes. La fecha que barajan es la del segundo semestre de 2021, aunque con viento a favor, en abril ya podría haber novedades.

“Tenemos la expectativa puesta en las pruebas pilotos que se harán en Rosario con los espectáculos al aire libre como el anfiteatro, lo que puede abrir las puertas a nuevos eventos con las limitaciones del 30%”, dijo Luis De Vera, director ejecutivo del Rosario Convention & Visitors Bureau a Ecos 365. “Pero en el tema eventos, al no tener todavía una disposición nacional, no podemos movernos, y la Provincia y el municipio están atados a que salga un decreto nacional”, aclaró.

Mientras tanto en lo que se trabaja fuertes es en la captación de eventos, para contar con una agenda ni bien se agite la bandera de partida. “Por el contexto sanitario, las fechas que venimos manejando son de abril en adelante, más tirando al segundo semestre de 2021 para adelante. Igualmente, por más que tengas el OK para hacer el evento, organizarlo requiere de un gran trabajo y un tiempo mínimo de tres meses o más”, explicó. Ocurre que en este tipo de actividad, el organizador necesita vender metros cuadrados, stands, conseguir sponsors, y por ahora todo viene tranquilo, aunque las consultas de interesados empiezan a llegar.

“Se va a empezar con cosas muy chicas, como puede ser la presentación de algún producto, con un sólo proveedor y no muchos clientes. Eventos como un salón del automóvil tendrán que esperar un poco más”, se sinceró. Además habrá que contemplar estrictos protocolos como ausencia de folletos y reemplazo de papelería por entradas enviadas al mail y escaneadas por código QR, lugares espaciosos, amplia distancia entre cada stand, más pantallas y menos contacto, nada de canapés ni tragos, y un cuidado especial a la ventilación. “Internacionalmente se está pidiendo un sistema de filtrado del aire, mientras se dejó de considerar el tema de alfombra sanitizante. Permanentemente hay actualización de los protocolos”, indicó De Vera. Claro que a todo eso se le suman los infaltables alcohol en gel y cubrebocas.

Pero hasta tanto se habiliten estos encuentros, los eventos continuarán en su formato virtual. “No es fácil llevarlos a este escenario, porque tenés que cubrir múltiples aspectos, como conferencias, reuniones de negocios y contemplar la posibilidad de contactos informales, muy valorados en lo presencial pero complicados de gestionar en lo online”, enumeró. Algunos resolvieron este último aspecto con una especie de hall virtual en el que cada participante puede ver quién está conectado y pedirle hablar al que quiera, o directamente chatear con él. Pero muchas veces el software que se utiliza es genérico y no se adapta a las necesidades específicas de cada evento. Además está la necesidad de que el usuario pueda entender rápidamente cómo funciona. “Una cosa es que el organizador conozca todas las herramientas, pero otra que el participante se tome más tiempo para no sólo ver la conferencia que quiere, sino para aprender a usar la herramienta, algo que no siempre pasa”, cerró.