Esta semana se conoció el acuerdo entre el gobierno nacional y las cámaras empresariales del sector lácteo, a través del cual casi un centenar de productos estarán bajo la órbita del programa “Precios Cuidados”, teniendo en cuenta que cerca de 40 han ingresado a partir del flamante convenio.

Desde el sector han destacado la iniciativa, fundamentalmente porque de esta manera se avizora una salida del programa conocido como “Precios Máximos”, considerado como “una mochila” por parte de las fuentes industriales consultadas por Ecos365.

En este escenario, desde junio los consumidores contarán con más opciones y variedad de compra en los supermercados, principal canal de distribución minorista en el mercado interno de productos lácteos. 

Pero un interrogante que vale la pena plantearse, en esta coyuntura y con este acuerdo, tiene como protagonista al consumo y mercado interno. 

“En 2020 las ventas fueron lideradas por las leches fluidas (sobre todo en tetra brick y no en sachet), queso cremoso y yogur bebible”, comentó una importante fuente que, al mismo tiempo, remarcó la importancia de las “asistencias sociales” para ello.

En contrapartida, todos aquellos productos que implican valor agregado (como por ejemplo yogures en pote, flanes, postres y leche saborizada) experimentaron una caída porque el segmento que por lo general los consume sufrió un deterioro del ingreso y prefirió dejarlos de lado.

Pero en el comienzo de 2021 se produjo una situación inversa, registrándose un crecimiento en el consumo de esos productos que venían en caída. “El principal motivo radica en el atraso de precios que se maximizó a principios de año”, explicó la fuente. De allí se desprende el repunte en cuestión y la recomposición de los volúmenes vendidos.

“La foto” actual muestra un consumo interno de 185 lts/hab/año (en el anualizado) y, de no mediar inconvenientes, las proyecciones dan cuenta que se mantendrá. No obstante, a partir de los incrementos que se registraron en abril y mayo en materia de precios, seguramente se sienta en las cifras y estudios que próximamente se conozcan sobre la temática.

Debe mencionarse que, ante un poder adquisitivo que continúa deteriorándose, hay posibilidades que los consumidores vuelvan a inclinarse por los productos considerados “primarios”, al igual que el año pasado.

Ventas y salarios

Desde el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) han elaborado durante el mes de mayo varios informes para analizar el comportamiento de diversas aristas que involucran a la cadena.

En el cuadro se observa un volumen de ventas inferior un 2,2% en productos y 0,5% en litros de leche equivalentes para el primer trimestre de 2021, respecto a igual período del año anterior.

 Cabe destacar que de los más de 11.000 millones de litros de leche que se producen al año, unos 8.500 millones (el 75%) se comercializan en el mercado doméstico. Precisamente, al analizar los precios se pudo observar un “fuerte retraso” respecto a la inflación, a pesar de haber sido ajustados en los últimos meses.

Otro aspecto vital para entender la coyuntura involucra a los salarios, que también presentan “un gran rezago” respecto a la evolución de las principales variables económicas, tal como advirtieron desde OCLA.

Al analizar el “poder de compra” del Salario Medio Registrado Serie Desestacionalizada (medido en los litros de leche equivalente que se pueden comprar por mes), se observó que en marzo ese valor llegó a 969 litros de leche equivalentes ($ 77.978 de Salario y $ 80,51 el VLE Mercado Interno), -1,4% respecto al mes pasado, +1,8% respecto a igual mes del año pasado y -7,4 respecto de la media de la serie (1.046).

Al respecto, los expertos del Observatorio indicaron que “la evolución de mejora que se observa en la curva para los años 2019 y 2020, responde más a un retraso de los precios de los productos en el mercado interno, que a una suba nominal de salarios”.