Ley Economía del Conocimiento: celebran fabricantes de software pero los de hardware tienen dudas

Guillermo Civetta (Polo Tecnológico), Gustavo Barragán (Ceil), Esteban Lombardía (Terragene) e Ignacio Sanseovich (Tecso) opinaron sobre el impacto local de la norma

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Durante la última semana, y a partir de la reglamentación, finalmente quedó oficializada la nueva Ley de Economía del Conocimiento, que otorga beneficios a las industrias del software, producción audiovisual, biotecnología, bioinformática, ingeniería genética, nanotecnología, entre otras. Cuatro referentes de diferentes sectores tecnológicos de la región consultados por Ecos365 valoraron esta nueva normativa, y coincidieron que en líneas generales se traducirá en más inversiones y exportación de soluciones al exterior. Sin embargo, consideraron que favorece mucho a la venta de servicios, pero no ofrece los mismos incentivos para la de productos, que tienen tanto o más valor agregado.

A continuación, la visión de Guillermo Civetta (Polo Tecnológico de Rosario), Gustavo Barragán (Cámara de Empresas Informáticas del Litoral -Ceil-), Esteban Lombardía (Terragene) e Ignacio Sanceovich (Tecso).

Guillermo Civetta (Polo Tecnológico)

Diagnóstico: “Acompañamos todo el proceso que pasó de un régimen de promoción al software, a una ley que incluyó a más sectores y que permitió segmentar los beneficios, en función del tamaño de la empresa. Porque no es lo mismo cumplir toda la burocracia para una micropyme de tres empleados, que para una multinacional, entonces se planteó dar la posibilidad a las startups de menos de tres años de ingresar al régimen con una declaración jurada y después sí empezar a cumplir los requisitos. Además, las empresas que ya venían del régimen anterior, y estaban en una situación de incertidumbre, ya pueden empalmar con el nuevo proceso”.

Hoy la economía del conocimiento es el tercer sector exportador del país, después del complejo agropecuario y automotriz, totalizando casi 6 mil millones de dólares"

Posible impacto de la ley: “Si tomás como resultado el régimen de Promoción de Software anterior, el sector creció mucho en facturación, cantidad de empleados y exportaciones. Hoy la economía del conocimiento es el tercer sector exportador del país, después del complejo agropecuario y automotriz, totalizando casi 6 mil millones de dólares. Pero es un sector con un potencial importante para seguir creciendo porque Argentina tiene un diferencial en cuanto a la calidad del recurso humano, aunque claramente hace falta más personal y la ley también crea un fondo para financiar capacitaciones”.

El futuro: “El tipo de cambio a veces favorece al sector y otras no. Hay que cambiar el eje y pensar en un modelo de agregado de valor, donde podamos ofrecer un diferencial para competir con el mundo. Hay varias líneas de trabajo, una es la de agtech (agrotecnología), pero también queremos trabajar en industria 4.0 con el sector industrial, incorporando inteligencia artificial, internet de las cosas y big data porque se puede incrementar mucho la productividad. Nuestro sector es transversal y la digitalización de procesos incluye a todo tipo de industrias. Tenemos que pensarnos como Israel, que con tecnología resuelve sus problemas pero también exporta soluciones al mundo. Claro que para eso hay que sostener una política de Estado que se mantenga más allá de quién gobierne”.

Gustavo Barragán (Ceil)

Diferencia entre productos y servicios: “Estamos bastante contentos con cómo se ordenaron algunas cuestiones en la ley, aunque creemos que otras deben ser revisadas porque el concepto de Economía del Conocimiento es muy amplio, y abarca lo audiovisual, la biotecnología, la electrónica, el software, etc, y cada sector tiene sus propias características y sus tiempos. Podés crear una app o un software en dos meses y sólo requerís el conocimiento del desarrollador. En cambio desarrollar nanoelectrónica te puede llevar dos años sólo para tener el prototipo, y no está claro cuál es el acompañamiento para el sector en ese lapso de tiempo que es mayor. Esto podría desalentar inversiones a mediano y largo plazo en sectores que aportan mucho más valor agregado. Es decir, la ley favorece a los exportadores de software, que son grandes empresas de Buenos Aires, algunas de Córdoba y de Rosario, pero habría que trabajarla más para que también incentive la generación de riqueza en empresas del interior que tienen una realidad muy distinta al fabricar productos. Más allá de esto, al contemplar a empresas chicas, la ley es más federal que la anterior, con la cual en algunos casos eran tantos los requisitos que se debían cumplir que no convenía inscribirse”.

Podés crear una app o un software en dos meses y sólo requerís el conocimiento del desarrollador. En cambio desarrollar nanoelectrónica te puede llevar dos años sólo para tener el prototipo y no está claro cómo te acompaña la ley en ese periodo"

Esteban Lombardía (Terragene)

Hacen falta ajustes: “Todavía deben adecuarse las plataformas digitales para que las empresas englobadas en esta ley funcionen debidamente. Es un paso importante, pero esperamos que tenga algunas revisiones la norma para proteger e incentivar la inversión en startups y pymes biotecnológicas que hoy no tienen los beneficios de eliminación de derechos de exportación que sí se establecen para el software. Argentina se merece poner a funcionar la industria biotecnológica y darle tratamiento igualitario a toda la industria englobada en la ciencia y tecnología. Esperemos que el Estado sea consistente con el esfuerzo que ya hace en generar recursos humanos altamente calificados con las universidades públicas y el Conicet. Esto debe acompañarse con beneficios que incentiven a nuevas startups a derribar fronteras y globalizar sus productos”.

Es un paso importante, pero esperamos que tenga algunas revisiones la norma para proteger e incentivar la inversión en startups y pymes biotecnológicas"

Ignacio Sanseovich (Tecso)

Dar el salto: “Esto es positivo porque puede animar a las empresas a trabajar desde acá y vender afuera, lo que abre una perspectiva económica y de crecimiento para cada empresa. Que la empresa se piense global implica además un gran cambio para todos los que trabajan allí, eleva la vara, implica estar más conectado con distintas culturas y para eso la capacitación es clave. Lo importante es que nuestro sector no requiere de grandes inversiones para dar el salto al mundo, y en cambio puede generar divisas rápidamente”.

Lo importante es que nuestro sector no requiere de grandes inversiones para dar el salto al mundo, y en cambio puede generar divisas rápidamente”

Más trabajo local: “Ademas la tecnología cruza todos los aspectos de la vida, y eso se traduce en más puestos laborales, lo que es fundamental para la ciudad, la provincia, y el país. Tenemos la capacidad de generar muchos puestos rápidamente, por eso es importante alinear la política con las empresas, porque se puede devolver con creces la inversión realizada con la ley. Es muy positiva la reglamentación, aunque está claro que es la decisión del momento, que después puede venir otra, pero ahora muestra un proyecto de país apostando a una industria”.

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