Argentina se convirtió este miércoles en el 67º país en legalizar el aborto en el mundo y el tercero en América del Sur. Ya lo había hecho Uruguay, que despenalizó la práctica en 2012, y Guyana, donde es legal desde 1995.

El Centro de Derechos Reproductivos, una organización global de defensa legal que busca promover los derechos reproductivos, clasificó en cinco categorías el estado del aborto en cada país según el grado de restricción: prohibido, permitido para salvar la vida de una mujer, permitidos para preservar la salud, permitido bajo amplios fundamentos sociales o económicos y a solicitud de la mujer (varía el límite gestacional).

La Argentina ahora pertenece a la categoría cinco (cambiando de amarillo a azul).

En América, Paraguay, Venezuela, Guatemala, Perú y Costa Rica tienen algunas de las legislaciones más restrictivas y solo despenalizan el aborto en caso de que la vida o la salud de la embarazada corra peligro.

En cambio, otros países como Finlandia o la India, agregan causales que van más allá del peligro de muerte o amenaza a la salud de la madre, aunque también hay matices.

Cerca de 970 millones de mujeres, que representan el 59% de las que están en edad reproductiva, viven en países que permiten ampliamente el aborto.

Si bien la mayoría de las mujeres vive en países donde pueden ejercer su derecho al aborto, el 41% de las mujeres vive bajo leyes restrictivas.

La imposibilidad de acceder a servicios de aborto legal y seguro afecta a 700 millones de mujeres en edad reproductiva, según el Centro de Derechos Reproductivos.

Según la Organización Mundial de la Salud, 23.000 mujeres mueren por abortos inseguros cada año y decenas de miles más experimentan importantes complicaciones de salud.