La saliente embajadora argentina ante Rusia, Alicia Castro, afirmó este miércoles que el presidente Alberto Fernández intentó convencerla de que no renuncie, pero ratificó su alejamiento del puesto diplomático.

“Tuvimos un intercambio telefónico donde me pidió que revea la decisión. Le respondí que si lee mi carta detenidamente va a entender cuáles son los motivos. Le dije que no estaba de acuerdo con la política de relaciones exteriores y que por lo tanto no era conveniente que asuma en el rol de embajadora”, afirmó la ex funcionaria nacional en declaraciones radiales a AM 530.

En la misma entrevista, Castro amplió su crítica al apoyo del gobierno argentino en el Consejo de DDHH de la ONU, que condenó las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

“No se trata de que te guste o no te guste Maduro. Yo soy consciente de que estamos en un frente amplio, en el que hay personas y dirigentes connotados que han hecho declaraciones contrarias a Venezuela durante muchos años., que no han comprendido el proceso de la revolución bolivariana y hablan por los medios”, reflexionó.

Para Castro, quienes cuestionan al régimen chavista hablan desde el desconocimiento: “Yo viví en Venezuela casi seis años, no saben de qué están hablando. Repiten cualquier cosa, como si no se hubieran enterado de cómo se fabrican las noticias falsas".

“Es imperdonable y por eso esta resolución es mi límite. Haber votado (en la ONU) con el Reino Unido y no con Venezuela, que fue siempre un bastión de la defensa de nuestros derechos soberanos sobre Malvinas...”, remarcó con un tono que mezclaba cuotas de incredulidad y fastidio.

En la misma entrevista, Castro reveló que se comunicó con la vicepresidenta Cristina Kirchner: “Sí, hablé con ella y le adelanté mi decisión, con todo el cariño y el respeto que le tengo. Me considero muy honrada por su amistad y por su confianza, porque la embajada en Rusia es estratégica y yo tenía entre mis planes un viejo proyecto de ella (por CFK), que era que la Argentina se integre a los Brics".

La dirigente peronista ratificó además lo que ya había expresado en su carta de renuncia: “El voto de Argentina acompañando la Resolución del Grupo de Lima constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de Macri”.

La revelación de la ex embajadora ante el Reino Unido sobre el pedido de Alberto Fernández para que revea su decisión sorprendió, sobre todo porque inicialmente desde el Gobierno habían minimizado su dimisión: “Ya la habíamos renunciado nosotros, si nunca le tratamos el pliego”, resumió un importante funcionario de la administración nacional al ser consultado por Infobae sobre la salida de Castro. Horas más tarde, la mirada cambió.

La polémica llegó al chat de las mujeres del Frente de Todos

 

Un rato antes de que la propia ex embajadora contara públicamente que el presidente intentó convencerla de que no se fuera, el tema de su renuncia había encendido el debate en el grupo de whatsapp que comparten alrededor de 100 mujeres del Frente de Todos.

“La verdad que no puedo quedarme en silencio en este momento”, abrió el juego Natalia Cabral, subsecretaria de Gestión Operativa de Medios Públicos, con un duro mensaje que iba puntualmente dirigido a Castro: “Creo que son momentos complicados. Tu actitud, que respeto y no comparto, colabora con los sectores más desestabilizantes del poder. En particular, creo que deberías dejar de participar en este grupo”.

El texto provocó la intervención de Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de Mujeres, Género y Diversidad: “Compañera, no comparto el contenido de tu mensaje. Creo que Alicia no se lo merece. Muchas de las que estamos en este grupo la admiramos y respetamos por su coherencia y no soy partidaria de pensar que toda crítica implica desestabilización”.

En el ida y vuelta de chats llegó el turno de Alicia Castro, que escribió: “Buenos días, como una vieja compañera feminista que ha servido al frente Nacional y Popular durante varias décadas puedo asegurarles que la coherencia construye la política, no es contra nadie”.

“No me voy del frente de Todos y Todas que el kirchnerismo confirmó con lucha, resistencia y votos, pero no sería decente representar una política de relaciones Exteriores que no comparto. Tal vez si leen mi carta comprenderán mejor”, finalizó.