Una mujer de 64 años del sureste de Nueva Gales del Sur, Australia, ingresó a un hospital local a finales de enero de 2021 después de sufrir tres semanas de dolor abdominal y diarrea, seguidos de tos seca constante, fiebre y sudores nocturnos. Tras varios estudios los médicos encontraron la causa de su malestar: tenía un gusano vivo alojado en su cerebro.
Según publicó el diario estadounidense New York Post, en 2022, los síntomas de la mujer continuaban y además había empezado a padecer olvidos y depresión, lo que provocó que la derivaran a un hospital de alta complejidad donde le realizaron una resonancia magnética y tras notar algunas anomalías le recomendaron hacer una cirugía.
Lo que el equipo quirúrgico encontró los dejó sorprendidos a todos, la paciente tenía un gusano redondo parásito de color rojo brillante de 8 centímetros de largo, conocido por los científicos como Ophidascaris robertsi.
Lo que hace que el descubrimiento sea aún más extraño es el hecho de que el gusano generalmente se encuentra en las serpientes, no en las personas. Este gusano redondo en particular se encuentra en las pitones alfombradas, una gran especie de constrictor endémica de Australia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea.
Los médicos no están seguros de cómo un parásito de las serpientes llegó al cuerpo de la mujer. No tuvo ningún contacto directo con serpientes, pero vivía cerca de un lago donde abundan las serpientes. Es posible, suponen los expertos, que los huevos del gusano hayan estado en algunas hierbas comestibles conocidas como espinacas de Nueva Zelanda que la mujer recogía para cocinar.
Como nunca antes se había diagnosticado esta infección parasitaria a ningún ser humano, los médicos tuvieron que ajustar cuidadosamente los medicamentos de su paciente durante varios meses para tratar sus síntomas. "Esa pobre paciente fue tan valiente y maravillosa", dijo Senanayake. "No querrás ser el primer paciente en el mundo con una lombriz encontrada en pitones y realmente nos quitamos el sombrero ante ella". La mujer ahora está mejor, aunque todavía tiene algunos síntomas.



