Un río casi sin agua, orillas con arena húmeda que demuestran que hace poco tiempo pasó el agua, embarcaciones estancadas que no pueden usarse, son algunas de las imágenes que se pueden observar hace unos días del río Paraná. Hay tan pero tan poca ahora, que ahora los equipos de prevención se vieron obligados a realizar cambios para continuar con su trabajo: dejaron atrás las recorridas en barcos para realizarlas caminando o a caballo.

Debido a la falta de lluvias al norte de la cuenca del Plata, una sequía adjudicada al cambio climático y la acción del hombre, por los desmontes y la agresión al medio ambiente y los humedales, las personas al frente de la seguridad de los habitantes de las islas tuvo que mutar. "Hoy por hoy. hay sectores que se hace la prevención en forma peatonal o a caballo, porque hay lugares que prácticamente no se pueden llegar por la bajante. Es todo a pulmón con el apoyo de los vecinos", relató José González, jefe Sección Policial de Islas-Charigüé, en Radiópolis (Radio2).



Este fin de semana, la pérdida de caudal que sufre el río fue protagonista. El pasado viernes a la tarde alarmó el derrumbe parcial del muelle del parque de España en la zona cercana a la entrada del teatro Príncipe de Asturias, por la bajante.

"Todo lo que respecta a la isla, es todo un acontecimiento y desempeño nuevo. El isleño está acostumbrado a estas condiciones, si bien no es bueno es preferible la bajante porque es más manejable", explicó Gonzáles.