Corea del Norte disparó este viernes un misil balístico intercontinental (ICBM) que, según los primeros reportes oficiales, cayó en aguas de la zona exclusiva económica de Japón y originó una cadena de reacciones internacionales protagonizadas por Estados Unidos, Rusia, Japón y Corea del Sur.

Después de este lanzamiento, Japón y Estados Unidos realizaron este viernes ejercicios militares conjuntos en el espacio aéreo sobre el mar de Japón, informó el Ministerio de Defensa japonés.

Estos movimientos bilaterales tuvieron lugar "en un contexto de seguridad cada vez más difícil alrededor de Japón", y "reafirman la firme voluntad" de la alianza japonesa-estadounidense de "responder a cualquier situación", afirmó el ministerio en un comunicado.

En cuanto al lanzamiento de Corea del Norte, las fuerzas armadas surcoreanas dijeron que se trató de "un presunto misil balístico de largo alcance" que fue disparado alrededor de las 10:15 local (las 22:15 de Argentina) desde la zona de Sunan, en Pyongyang, hacia el mar de Japón.

El ejército surcoreano calificó el lanzamiento como "una amenaza a la paz".

El misil recorrió una distancia de unos 1.000 kilómetros a una altura máxima de 6.100 kilómetros, según el ejército surcoreano, que calificó el lanzamiento (el segundo en dos días) como "una amenaza a la paz y estabilidad en la península coreana", reseñó la agencia de noticias AFP.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, de visita en Tailandia, señaló que el misil habría caído en aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) de su país, cerca de la región norteña de Hokkaido.

"El misil balístico lanzado por Corea del Norte habría caído en nuestra ZEE al oeste de Hokkaido", declaró Kishida a periodistas en Bangkok, donde calificó el lanzamiento como "absolutamente inaceptable". El dirigente dijo que no contaba con reportes de daños a barcos o aviones.

También en Bangkok, donde se celebra la cumbre de la APEC, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris tenía previsto reunirse de emergencia con los gobernantes de Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá para abordar el tema.

"Condenamos firmemente estas acciones y reiteramos el llamado para que Corea del Norte cese estos actos ilegales y desestabilizadores", dijo Harris a los periodistas.

Estados Unidos amplió sus ejercicios militares en la región.

El ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada, declaró por su parte que el proyectil tenía capacidad para llegar a territorio estadounidense.

El disparo se dio un día después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico de corto alcance y de que su ministro de Relaciones Exteriores, Choe Son Hui, advirtiera de acciones militares "más feroces" si Estados Unidos fortalece su presencia en la región de la península coreana.

Washington ha buscado impulsar la cooperación en seguridad regional con ejercicios militares en respuesta a las crecientes "provocaciones" de Corea del Norte, que considera esas maniobras como "evidencia de agresión norteamericana".

Rusia, en tanto, acusó este viernes a Estados Unidos de "poner a prueba la paciencia" de Corea del Norte.

Aunque Moscú permanece "fiel" a una solución "diplomática" para la península coreana, "Estados Unidos y sus aliados en la región (...) prefieren un camino diferente (...), como si estuvieran poniendo a prueba la paciencia de Pyongyang", declaró el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Riabkov.

El presidente estadounidense, Joe Biden, discutió acciones para controlar el armamento norcoreano con su par de China, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en medio de temores de que Pyongyang realice un ensayo nuclear.

China, principal aliado diplomático de Pyongyang, se unió en mayo a Rusia para vetar un intento estadounidense de endurecer las sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Washington respondió a las pruebas norcoreanas con una ampliación de sus ejercicios militares con Corea del Sur, incluyendo el envío de un estratégico avión bombardero.