Desde este miércoles y por primera vez desde el inicio de la pandemia, Suecia impuso una serie de medidas de restricción dejando así de lado su política basada en la responsabilidad social. La medida se tomó para contrarrestar el avance de la segunda ola de coronavirus en Europa. 

Según un comunicado del gobierno sueco, quedará prohibida la venta de alcohol en bares, restaurantes y clubes nocturnos después de las 22. Sin embargo, las medidas se plantean como "recomendaciones", ya que no están acompañadas de medidas coercitivas ni de sanciones.

"Nos enfrentamos a una situación que se puede volver negra como la noche", expresó el primer ministro, Stefan Lofven, en una rueda de prensa en Estocolmo. El funcionario también agregó que "el gobierno ahora debe hacer más" ya que "todos los indicadores apuntan en la dirección equivocada".

"La infección se está propagando rápidamente y solo en la última semana la cantidad de personas con el coronavirus que están siendo tratadas en cuidados intensivos aumentó a más del doble", informó el primer ministro.

En caso de que estas medidas no funcionen, el gobierno consideraría limitar las reuniones públicas.

El miércoles se anunciaron más de 4.000 casos y 25 decesos por coronavirus en Suecia, con lo que el total asciende a casi 167.000 infecciones y 6.082 fallecimientos.

Lofven señaló, además, que está preparado para considerar la posibilidad de imponer nuevas medidas para limitar las reuniones públicas si las actuales no surten efectos.

Frente a esto, las autoridades de 13 de las 21 regiones suecas recomendaron a los ciudadanos evitar cualquier tipo de contacto físico con aquellas personas con las que no convivan.