Un equipo de científicos desarrolló un nuevo material ecológico hecho de esperma de salmón y aceite vegetal que podría ayudar a acabar con la contaminación plástica e incluso ya se hicieron algunas pruebas en la Universidad de Tianjin, China.

La innovadora invención ya se urilizó para crear un rompecabezas y una escultura de ADN, y podría eliminar la necesidad de plástico de un solo uso dañino.

Los científicos de la Universidad de Tianjin desarrollaron el material, que acuñaron como "hidrogel". Utiliza dos hebras de ADN de esperma de salmón y lo combina con una sustancia química en aceite vegetal para crear un material de fabricación resistente.

El equipo de investigación estima que produce un 97 por ciento menos de emisiones de carbono que los plásticos tradicionales. Los objetos hechos de hidrogel también se pueden reciclar muy fácilmente. Simplemente tiene que sumergirlo en agua y las enzimas en el ADN del salmón lo convertirán de nuevo en un gel que puede transformarse en otros objetos.

El único problema es que el material debe mantenerse completamente seco, lo que hace que la copa de esperma de salmón sea prácticamente inútil. Sin embargo, podría usarse para dispositivos electrónicos y otros objetos que no se exponen habitualmente al agua.

El mundo produce alrededor de 300 millones de toneladas de plástico cada año, lo que equivale al peso de cada ser humano del planeta en conjunto.

La gran mayoría no se puede reciclar y se descompone en pequeños microplásticos que llegan al agua potable, las cadenas alimentarias e incluso los órganos humanos. Se estima que el plástico mata un millón de aves y 100.000 mamíferos marinos cada año, según publicó Daily Star.

Sir David Attenborough calificó la contaminación plástica de "vil" y "horrible", pero dijo que "creo que estamos cambiando nuestros hábitos y el mundo está despertando a lo que le hemos hecho al planeta".

Se están realizando muchas investigaciones no solo sobre nuevos materiales para reemplazar el plástico, sino también sobre formas de descomponer el plástico existente en los océanos. Esto incluye bacterias que se alimentan de plástico que pueden descomponer las botellas de bebidas y otros envases. La forma más sencilla por ahora de reducir los residuos plásticos es reciclarlos correctamente y evitar su uso