El ataque el domingo al mediodía en la puerta del hospital Centenario reveló una nueva situación de violencia que deben enfrentar las y los trabajadores de la salud. Para la ministra del área, Sonia Martorano, son situaciones que toman por sorpresa al personal que ya soporta demasiadas agresiones de pacientes y familiares. “Pero esto es nuevo”, alertó. Y aunque descartado en su momento, no cerró la posibilidad a repensar el uso de detectores de metales en los ingresos como ya se usa en algunos edificios públicos, como Tribunales.

En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), Martorano señaló que el tiroteo del domingo, en el que resultó herida una empleada de seguridad, fue muy “extraño” y que aún no se ha logrado determinar si está vinculado a un paciente o si fue algo aleatorio. En todo caso, para la ministra supone un hecho gravísimo que pone un “estrés extra” al personal de salud y muestra “una preocupante descomposición del tejido social”.

Consultada sobre la posibilidad de instaurar detectores de metales en los ingresos de los hospitales, recordó que es una medida que “antes de este hecho puntual se venía viendo”, pero que las experiencias en otras partes del mundo no fueron positivas. “Probablemente, lo vamos a tener que repensar”, sostuvo.

“La gran ocupación es que los espacios de salud sean espacios seguros”, dijo.

Martorano advirtió que este tipo de situaciones es muy diferente a otras violencias que, lamentablemente, han tenido y tienen que soportar médicos y enfermeros, generalmente vinculadas a pacientes agresivos o familiares de pacientes.

“Pero esto no, no estamos acostumbrados”, observó. “El personal está con un estrés extra que tiene que ver con la violencia tan cercana, es un poquito mas allá es que estamos conviviendo con la violencia”, dijo.