El París Saint-Germain incrementará el dispositivo de seguridad en las casas de los miembros de su plantel tras el robo sufrido este fin de semana en el domicilio del argentino Ángel Di María y la del padre del brasileño Marquinhos, confirmaron a EFE fuentes próximas al club.

Estos nuevos asaltos se suman a los sufridos por otros miembros del plantel en lo que va de año, como el español Sergio Rico o el argentino Mauro Icardi. El caso de Di María, cuyo domicilio ya fue asaltado en 2015, cuando militaba en el Manchester United, se produjo mientras el atacante argentino jugaba contra el Nantes este domingo.

Fuentes del Tribunal Judicial de Nanterre explicaron a EFE que se encarga de la investigación la Brigada de Represión al Bandidaje (BRR), una división de la Policía Nacional francesa especializada en bandas organizadas que acostumbran a recurrir al uso de armas para sus robos. ”El cálculo de las pérdidas, la investigación sobre el terreno y la audición a las víctimas están en curso”, indicaron.

Ambos sucesos llevaron al PSG a contribuir a la vigilancia de las mansiones en las que viven los futbolistas, todas ellas situadas en el oeste de la capital y que cuentan ya con importantes medidas de vigilancia de vídeo y de alarmas.

Según las fuentes, el club pagará la presencia de vigilantes en las residencias durante algún tiempo, con uno o dos agentes asignados a cada una de ellas 24 horas al día. Algunos jugadores ya contaban con personal de seguridad propio, como el francés Kylian Mbappé y el brasileño Neymar, pero incluso en estos casos la vigilancia se verá reforzada por el club.

La intención del PSG es evitar que este tipo de incidentes afecte a la tranquilidad emocional del plantel en un momento clave de la temporada, en el que el club afrontará los cuartos de final de la Liga de Campeones y tratará de remontar en la liga, donde tras la derrota de este domingo es segundo de la tabla a 3 puntos del Lille.