El autódromo municipal de Rosario quiere sumar más rodaje en el mundo del automovilismo y albergar más competencias por año. Para esto, desde el Ejecutivo local presentaron un pedido al Concejo para pasar de cinco a ocho las carreras anuales que se permiten realizar en el circuito.
“La empresa del Estado considera que sería oportuno la ampliación de la cantidad máxima de reuniones por año calendario. El fundamento de la solicitud está en que, en la actualidad el Autódromo se constituye como un eje de crecimiento y potenciación de actividades deportivas, culturales, sociales y de diversa índole”, destacaron en el proyecto que ingresó a la comisión de Gobierno.
Actualmente el Concejo municipal venía autorizando la realización de cinco carreras al año en el autódromo con sus respectivas jornadas clasificatorias. Las mismas se deben llevar adelante de forma exclusiva los días viernes, sábados y domingos, entre las 9.30 y las 18.30 y no más de un fin de semana por mes.
Esto tiene que ver con una disputa judicial que llevan adelante desde hace años los vecinos del autódromo por los ruidos molestos que se generan cada vez que hay competencias automovilísticas en el lugar. Esto llevó a que en 2011 un juez prohibiera la actividad en el predio.
Tras varios meses de reuniones e intentos de mediación, el Concejo municipal se consolidó como garante de un acuerdo entre el municipio y los vecinos para que se puedan realizar algunas competencias dentro del predio, pero intentando afectar lo menos posible a quienes viven por la zona.
Ahora el Ejecutivo quiere ampliar este cupo bajo la premisa de que cada competencia que se realiza en el predio no solo congrega a "distintos sectores de la sociedad que comparten este deporte", sino que además también genera "un impacto económico - social en la producción de fuentes de trabajo”, destacaron desde el municipio en los argumentos del proyecto.
La iniciativa fue ingresada al Concejo en la sesión de la semana pasada y se envió a la comisión de Gobierno donde se discutirá la propuesta. Para esto se estima que deberán convocar nuevamente a los vecinos e intentar conseguir un nuevo acuerdo para que el conflicto no vuelva a judicializarse.
