El viento y un pozo gigante le jugaron una mala pasada este lunes a un automovilista que arrancó la semana de la peor manera: quedó incrustado con el auto en un agujero enorme; tuvo que impulsarse y pegar un salto para salir con ayuda de los vecinos.

Según contó Mauro, el dueño del Volkswagen Gol Country, a El Tres, el hecho pasó este lunes por la mañana cuando manejaba a su trabajo. El viento tumbó el corralito que anticipaba el pozo de una obra de Aguas Santafesinas, y Mauro no pudo esquivar a tiempo el gran agujero que tiene unos dos metros de profundidad.

“Me pegué un susto, nada más”, minimizó Mauro, mientras esperaba este mediodía a la grúa para sacar el coche.