La Administración Espacial China publicó una peculiar foto tomada por el rover Yutu 2. En ella se puede ver la planicie del cráter Von Karman, una llanura vacía a excepción de un objeto en el horizonte. Está tan lejos que es imposible apreciar su forma exacta, pero en esta primera imagen parece tener forma cúbica.

La forma del cubo es interesante, pero el periodista Andrew Jones, quien fue el primero en llamar la atención sobre la imagen, no cree que sea un signo de vida extraterrestre. "No es un obelisco o extraterrestres, pero definitivamente es algo para verificar, y es difícil discernir gran parte de la imagen", dijo.

El objeto, descrito informalmente como una "cabaña misteriosa", se encuentra a unos 80 metros de la ubicación actual del rover y adyacente a un cráter de impacto grande pero pequeño. Los investigadores tienen curiosidad por saber más, por lo que el rover visitará el cuerpo, pero llevará algún tiempo, aproximadamente de dos a tres meses.

Una de las razones por las que se tarda tanto en viajar a través de la luna es el ciclo de día y noche que existe allí. Debido a la forma en que gira la Luna, completa un ciclo cada 27 días, la misma cantidad de tiempo que tarda en orbitar nuestro planeta. Es por eso que un lado de la luna nos mira y el otro, donde se encuentra Yutu-2, no se puede ver directamente desde la Tierra.

Otro efecto de esta rotación es que un día lunar completo dura 29 días terrestres, lo que significa que hay un período de poco más de dos semanas en la Tierra cuando la luna está a la luz del día y un poco más de dos semanas cuando es de noche.

Dado que los rovers como el Yutu-2 dependen de la energía solar, deben hibernar durante los períodos nocturnos y solo pueden explorar durante el día. Esta es la razón por la que los exploradores lunares tardan tanto en cruzar la superficie lunar, sin mencionar la necesidad de ir lentamente para evitar que las rocas grandes o los componentes sean erosionados por el polvo lunar afilado.

Según ScienceAlert, podría tratarse de una roca expulsada tras un impacto, un fenómeno previamente observado en la Luna. De ser así, podría servir para que la comunidad científica conozca mejor la composición de nuestro satélite natural.

El Yutu-2 fue lanzado el 7 de diciembre de 2018 y entró en órbita lunar cinco días después, antes de protagonizar el primer alunizaje realizado en el lado oculto de la Luna el 3 de enero de 2019. Junto con el módulo de aterrizaje Chang'e 4, reanudó sus actividades un mes después, el 6 de febrero, tras hibernar durante el intenso frío de la noche lunar.